Momentos… by Alhambra Palace

Dejarse tentar por este centenario hotel granadino, ubicado junto a la Alhambra, garantiza experiencias emocionales difícil de igualar… y olvidar

Imagina despertar con la luz de Andalucía penetrando por el balcón de tu habitación. Imagina una majestuosa terraza con vistas a Sierra Nevada. Imagina sentarte a desayunar levitando sobre Granada. Imagina una paseo palaciego por salones que te transportan a la dorada época nazarí. Imagina almorzar en un restaurante arropado por paredes y techos decorados bajo los cánones de aquella cultura musulmana tan profundamente arraigada en esta capital andaluza. Imagina abrir las puertas de un salón-teatro donde el gran Federico García Lorca recitó por vez primera los versos de su ‘Cante Jondo’…

 

         Imagina que sales de allí por la misma puerta que un buen día –un 1 de enero de hace 110 años– abrió oficialmente el rey Alfonso XIII. Y que luego, paso a paso, te encaminas a un viaje de regreso al pasado por el camino que lleva a las puertas de la mismísima Alhambra granadina, uno de los monumentos más bellos del mundo y Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco desde 1984. Imagina que, tras levitar por sus palacios y jardines, vuelves a poner pies en tierra para sumergirte en otros mundos, como el Realejo, el Albaicín o el Sacromonte gitano, antes de rendir pleitesía a los Reyes Católicos, que guardan reposo eterno en su Capilla Real.

Imagina que –cargado de seductoras imágenes que se agitan en tu memoria como el más embriagador cóctel– regresas a tu otra Alhambra, al Palace. Imagina que vuelves a tu habitación y empiezas a sentir de nuevo idénticas sensaciones a las que en su día experimentaron reyes y príncipes británicos, belgas, saudíes o persas; actores del dorado Hollywood como Lauren Bacall, Rock Hudson, Vivien Leigh u Orson Welles; políticos como Charles de Gaulle o Eva Perón; e incluso premios Nobel, como Marie Curie o nuestro Severo Ochoa. Y cierras los ojos dispuesto sumirte en el más dulce de los sueños palaciegos. Pero deja de imaginar y piensa que, a veces, los sueños se hacen realidad disfrutando de momentos como estos; momentos… by Alhambra Palace.

         Más información del hotel en su web: www.h-alhambrapalace.es

 

Menorca, raíces profundas

La diversidad cultural de esta isla balear ha dejado huellas perfectamente visibles en una Ruta Etnológica mucho menos conocida… pero llena de atractivos

 

Las canteras de s’Hostal, cerca de Ciutadella; las barracas para animales en forma de pirámide escalonada en Punta Nati, los molinos harineros como el de Sant Lluís, el aljibe de origen inglés de Es Mercadal o un Centro Artesanal en esta misma localidad, ubicada en el corazón de la isla. Las huellas que han ido dejando los diferentes oficios presentes en el campo menorquín constituyen otro de los alicientes que Menorca depara a quienes desean descubrir sus raíces, más allá de los chapuzones en sus maravillosas calas y playas.

    

En Líthica nada es lo que parece. Porque lo que en apariencia son unas canteras –las de s’Hostal, a unos 5 kms de Ciutadella– para la extracción de piedra se han convertido desde hace un cuarto de siglo en uno de los lugares más espectaculares de Menorca para el desarrollo de todo tipo de eventos lúdico-culturales, como el veraniego Festival Pedra Viva. Además estas canteras tienen una veintena de espacios bien señalizados, como el Laberinto de los Vergeles, el Circuito Botánico o el Jardín Medieval. Al oeste de la isla, en Punta Nati, sorprenden unas curiosas edificaciones de piedra de los siglos XVIII y XIX, de planta circular o cuadrada, llamadas barracas. Y se unen a la densa red de muros de piedra diseminados por la isla e integrados en el paisaje. Son bellos exponentes de la interacción del hombre con el medio natural.

Sant Lluís vivió de sus tres molinos de viento harineros de los que hoy día se conservan dos: el Molí de Dalt, transformado en museo etnológico, y otro como centro para la juventud. En Ciutadella está el Molí des Comte, del siglo XVIII. Y hay otro en Es Mercadal. Esta localidad también atesora un aljibe del siglo XVIII en el que se recogía y almacenaba el agua de lluvia para abastecer a las tropas británicas de la época. Y un Centro Artesanal ubicado en un edificio centenario: los antiguos cuarteles militares. Este centro expone numerosas piezas, elementos etnológicos del campo menorquín, plantas autóctonas y un interesante audiovisual de siete oficios tradicionales, además de poder adquirirse productos elaborados por los artesanos.

   Más información en: www.menorca.es

La seducción modernista de Tarragona

 

Una ruta urbana con 55 referencias –entre ellas 31 edificios– permite admirar las huellas arquitectónicas de este movimiento artístico de finales del siglo XIX y principios del XX

 

Antonio Gaudí, genio del Modernismo catalán, dejó en Tarragona su sello en el altar y el manifestator del Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Pero la ciudad está llena de otras joyas de este estilo. Edificios civiles y religiosos como el Teatro Metropol, el rectorado de la URV, el Mercado Central, la fábrica de la Chartreuse, el colegio de las Teresianas o edificios de viviendas. Y como guinda, la también modernista barandilla del Balcón del Mediterráneo, majestuoso mirador desde el que contemplar el mar… y tocar ferro (tocar hierro), que trae suerte.

Más allá del conjunto arqueológico romano de Tarraco –su principal icono turístico y Patrimonio de la Humanidad–, de las huellas patrimoniales de los primeros cristianos o de la Edad Media, Tarragona tiene otro potente imán que atrae a muchos turistas allí donde deja su impronta: el Modernismo. Además del genial Gaudí –que dejó su legado cuando aun era estudiante de Arquitectura–, la ciudad fue cuna de otros dos grandes arquitectos: su aventajado discípulo Josep Maria Jujol y Josep Maria Pujol de Barberà, que embellecieron Tarragona con llamativos edificios.

Un total de 55 referencias –31 edificios, 16 elementos de edificios y 8 bienes inmuebles–, la mayoría de ellas flanqueando la Rambla Nova, principal arteria de la ciudad que nadie puede perderse, constituyen la crème de la crème del modernismo tarraconense. Una manera de disfrutar del entorno urbano admirando edificios de viviendas como las casas Ximenis, Ripoll, Salas, Bofarull, doctor Aleu, Porta Mercadé o Rabadà; el antiguo Hotel Continental o el reloj del puerto. Tarragona también seduce, 24 siglos después de la Tarraco romana, por su belleza modernista.

                            

Más información: https://www.tarragonaturisme.cat/es/rutas/ruta-modernista

Cómo ‘Re-Conocer Castelló’ desde nuestros hogares

La capital de la Plana se reinventa y ha puesto en marcha una original campaña promocional para ir conociendo su patrimonio con atractivos vídeos monotemáticos

 

El Fadrí, torre-campanario singular por su ubicación –separada de la Concatedral–, y que constituye uno de los iconos de Castelló de la Plana, es la protagonista del primero de los vídeos para ‘Re-Conocer Castelló’ sin salir de casa. Esta campaña irá mostrando semana a semana un patrimonio de la ciudad, con su historia, mediante vídeos que podrán visualizarse en las redes sociales del Patronato de Turismo y en el canal de youtube de Turismo, a través del enlace: https://youtu.be/r3Sp7TWh5qs

 

 

“Re-Conocer Castelló’ es una alternativa para aprender un poco más sobre la realidad que nos rodea, sobre su pasado y su presente”, explica la presidenta del Patronato Municipal y concejala de Turismo, Pilar Escuder. Y añade: “Queremos que la gente redescubra Castelló desde sus casas, que tenga la oportunidad de reencontrarse y revivir una ciudad que ahora mismo no puede visitar”.

Esta campaña, apoyada en las tecnologías audiovisuales, es una original manera de descubrir, uno a uno, los múltiples atractivos turísticos –monumentos, lugares, personajes…– de esta capital mediterránea, referente de la Costa de Azahar. Y todo ello, sin salir de casa, respetando las normas… pero tomando nota de esos imprescindibles a visitar cuando todo vuelva a la normalidad. ‘Re-Conocer Castelló’ es sumergirse en la historia de una ciudad que se gestó en la montaña pero que en el siglo XIII dio un giro radical a su devenir al trasladarse al fertil llano, para crecer y consolidarse junto al Mare Nostrum. Un mar del que se nutre a diario para maridar su sabrosa gastronomía con los productos de su huerta.

Más información: www.castellonturismo.com

Saboreando Roses… ¡entre cepas y copas!

La localidad gerundense, además de ser referente veraniego de la Costa Brava, destila aroma enoturístico integrada en la Ruta del Vino DO Empordà

 

El carácter mediterráneo de Roses también se refleja en los productos de la tierra. Como el vino, cuya cultura trajeron los griegos llegados a Empúries en el siglo VI a.C. y continuaron los romanos. 27 siglos después, los viñedos siguen profundamente arraigados en esta comarca proponiendo experiencias enoturísticas como la Ruta del Vino DO Empordà, integrada por 24 bodegas y cuatro museos. La localidad rosense es un lugar perfecto para descubrirla paso a paso y degustarla copa a copa, a pequeños sorbos que embriagan los sentidos.

         A las afueras de la localidad rosense, la bodega Coll de Roses puede ser un buen punto de partida para una inmersión enoturística en el Empordà gerundense cuyos paisajes están teñidos de viñedos. Y olfateando estos paisajes, una veintena larga de bodegas en pequeños municipios cercanos: Mas Llunes, Masetplana o la Cooperativa Agrícola, en Garriguella; Martín Faixó, en Roses; Espelt Viticultors o Gelamà, en Vilajuïga; Arché-Pagès, Gran Recosind o Grup Oliveda, en Capmany; Celler Cooperatiu, en Espolla; Masia Serra y Vinyes dels Aspres, en Cantallops; Castell de Peralada… Todas ellas ofrecen experiencias inolvidables, entre tintos, blancos, rosados y espumosos de una gran calidad.

       Roses invita a saborear garnachas (un tercio de los viñedos empordaneses), macabeos, moscateles o cariñenas, cuya variedad blanca –muy arraigada históricamente en la tierra– ya pueden embotellar las bodegas bajo la DO Empordà desde marzo. Y participa también de los grandes eventos anuales vinculados al mundo del vino, desde el Festival Vívid a la Muestra del Vino de Roses pasando por el Festival Sons del Món que cada verano, desde hace más de una década, une a diferentes localidades del Alt Empordà maridando música y vino en escenarios tan mágicos como la basílica gótica de Santa María, en Castelló d’Empúries, o la Ciutadella rosense. Porque Roses destila embriagador aroma vitivinícola.

Más información en: http://ca.visit.roses.cat/ y
https://www.doemporda.cat/es/ruta-del-vino-do-emporda.html

El Alhambra Palace granadino muestra su cara más solidaria

El centenario 5 estrellas granadino hace frente a esta grave crisis mundial dando apoyo a los sectores de la restauración y la sanidad con diversas acciones

 

Haciendo gala, una vez más, de los principios morales y solidarios por los que se rige desde su creación, el Alhambra Palace no es ajeno a la delicada situación que vivimos, aportando su granito de arena para superarla. Su apuesta por la gastronomía le ha hecho sumarse a la campaña ‘Salvemos nuestros restaurantes’, que pretende paliar el fuerte impacto económico producido en este sector por el cierre temporal de restaurantes y bares. Y respecto a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, ha respondido con la donación de gorros de baño para Protección Civil, mantas para el hospital de campaña de Granada, y camas y mantas para la Asociación de Disminuidos Psíquicos ASPROGRADES.

 

Apoyando la iniciativa de una conocida plataforma de reservas online para restaurantes, el Hotel Alhambra Palace ha decicido tomar parte en ‘Salvemos nuestros restaurantes’. Esta iniciativa consiste en la compra de un ‘bono prepago’ para que, cuando la situación se normalice, podemos disfrutar de nuestro restaurante favorito. Los restaurantes adheridos –entre ellos el del Alhambra Palace– recibirán al momento el ingreso, sin ningún tipo de comisión por parte de la plataforma que la ha puesto en marcha. De este modo se pretende ayudar a que el sector de la restauración supere este temporal bache evitando el cierre definitivo de establecimientos.

Las acciones solidarias del 5 estrellas granadino también han ido encaminadas a apoyar al sector sanitario, situado en primera línea en la lucha global contra la pandemia que a todos nos afecta. Para ello, ha donado gorros de baño para Protección Civil, mantas que han sido entregadas al hospital de campaña que se va a instalar en la capital nazarí, y camas y mantas para la Asociación de Disminuidos Psíquicos ASPROGRADES. Especialmente sensibilizado con la salud, el Alhambra Palace recuerda que en un momento de su centenaria historia –durante la Guerra Civil española– dejó temporalmente de ser un establecimiento palaciego que acogía a grandes personalidades para, con absoluta humildad, convertirse en hospital de sangre, pintando incluso cruces rojas en su azotea como recoge la documentación de la época.

Más información del hotel en su web: www.h-alhambrapalace.es