La localidad rosense, referente de la Costa Brava, atesora un rico patrimonio arqueológico perfectamente integrado en el paisaje que arropa sus alrededores
En pleno siglo XXI… ¿os imagináis poder realizar un apasionante viaje en el tiempo –¡a 3.000 años antes de Cristo– simplemente dando un paseo por la naturaleza? Esta es una de las experiencias sensoriales con las que Roses sorprende al visitante amante del senderismo. Y es que su entorno natural da cobijo a dólmenes, menhires, cistas y necrópolis que son huella de los primeros moradores de estas tierras. Un Conjunto Megalítico con tres itinerarios y casi una treintena de vestigios prehistóricos, protegidos como Bien Cultural de Interés Natural, de los que podríamos destacar una decena. Entre ellos, el Dolmen de la Creu d’en Cobertella, el más grande de Cataluña.
Más allá de sus playas y calas, de su majestuosa bahía o de los monumentos integrados en el propio núcleo de la localidad –como la Ciutadella o el Castillo de la Trinitat– Roses atesora un patrimonio arqueológico que data del megalítico, repartido en tres itinerarios fácilmente visitables gracias a la renovada señalización implementada hace año y medio, tanto direccional como interpretativa, con códigos QR accesibles a través del móvil.
Dos de estas rutas son el Itinerario Megalítico de la piedra seca I y II, circuitos circulares de unos 4 kms que permiten descubrir y admirar espacios funerarios prehistóricos. La tercera es el Itinerario Megalítico y de paisaje III, de unos 10 kms, que realiza una vuelta completa por el valle de Montjoi, invitando a descubrir el paisaje forestal y solitario, los fresnos y las encinas de estas tierras y, cómo no, sus vestigios megalíticos. Estos son los 10 principales.
1–Dolmen de la Creu d’en Cobertella. El más grande de Cataluña, documentado desde 1912 y construido con siete inmensos bloques de piedra colocados verticalmente y una losa de cubierta con un peso de más de 18 toneladas. Un sepulcro de corredor de cámara con unas dimensiones de 3,90 metros de largo, 3,20 de ancho y 2,45 de alto. ¡Espectacular!
2–Dolmen del Llit de la Generala. Sepulcro de corredor con cámara subcircular y estrecho pasadizo. Antes de ser excavado y restaurado en 2001 estaba encajado en una pared de viña que protegía parte del montículo, el pasillo y las losas caídas.
3–Dolmen del Cap de l’Home. También conocido como Turó de l’Home. De cámara trapezoidal corta, en su interior se hallaron un cuchillo, un raspador de sílex y un collar. Tras la cabecera aun queda parte del montículo que lo rodeaba, estimado en 7 u 8 metros de diámetro. El entorno fue aplanado y restaurado a principios de los años 80.
4–Dolmen de la Casa Cremada. Se cree que era un sepulcro de corredor, de cámara trapezoidal, aunque su estado no permite asegurarlo. Del megalito se han identificado las dos losas de gneis que debían construir la cámara. Esta zona de la Casa Cremada fue en la prehistoria un área dedicada a los entierros.
5–Menhir de la Casa Cremada I. Un gran bloque de gneis, de 2,4 metros de altura. La piedra presenta una beta blanca de cuarzo en la parte superior que lo caracteriza y los cantos del megalito están retocados. Descubierto en 1996.
6– Cista del Pla de les Gates. Tumba neolítica ubicada sobre la loma de la Torre del Sastre, integrada en la necrópolis de Montjoi; un área de entierro que ocupaba montañas en un radio de 1,5 km. La población habitaba probablemente los valles fértiles del entorno. De su estructura solo se conserva una de las losas laterales de pizarra que delimitaban la cámara.
7–Cista del Puig Rodó. Tumba de la que solo se conserva el montículo circular y la base rectangular de la cámara funeraria. Descubierta en 1985, el montículo está compuesto por piedras del entorno (cuarzo y pizarra) y conserva la mitad de su altura original, de un metro.
8–Tumba del General. Sepulcro megalítico tipo cista con un montículo formado por una cámara rectangular larga excavada parcialmente en la roca. Descubierta en 1946, su cubierta actual no es la original, que debió ser una gran losa que cerraba todo el espacio.
9–Necrópolis del Puig Alt. Cementerio de montículos del final de la Época de Bronce, dividido en dos núcleos de entierros: uno de 36 tumbas y otro de cinco. Excavada en 1965, la estructura de las tumbas y el hecho de que el ritual fuera la cremación habla de un ceremonial en el que primero se preparaba el cuerpo del difunto, se trasladaba a la pira funeraria donde era quemado y luego sus cenizas se esparcían sobre la tumba.
10–Bauma del Cap de l’Home. Cavidad natural a partir de una roca que sobresale de la pared rocosa. El espacio cubierto que se crea debajo se cerró con una pared de piedra seca, para guardar o cobijar rebaños. En el centro de la cueva hay un pasillo con escalones que permite el acceso al interior del espacio. Son construcciones ligadas a la explotación agropecuaria del entorno.
Más Información: http://ca.visit.roses.cat
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