El norte de la provincia de Ciudad Real esconde un magnífico rincón donde perderse en la inmensidad del cielo nocturno mientras
los ciervos ponen la banda sonora con la ‘berrea’ característica de la época
Cerca de todo y de todos, la comarca de Entreparques va desde el Parque Nacional de Cabañeros al norte hasta el Parque Arqueológico de Alarcos al sur , un territorio poco conocido aún para el gran público, que nos brinda una de esas experiencias “de autor”. A la contemplación del cielo nocturno, que en la zona goza de una claridad y limpieza envidiable certificada por la fundación Starlight, se le suma durante los meses de septiembre y octubre, la berrea, la época de celo del ciervo. Es en Entreparques donde se puede disfrutar de un escenario incomparable combinando estas dos actividades en una experiencia única y que cada vez cuenta con más adeptos.
Desde mediados de septiembre hasta mediados y finales de octubre las noches en Cabañeros, generalmente silenciosas, son interrumpidas por el canto de apareamiento del ciervo. Sus berridos y su presencia, siempre llamativa y majestuosa, acompañan una noche de observación astronómica a cielo abierto.
La berrea del ciervo es un evento que cada año cuenta con más seguidores, atraídos por el gutural canto de los ciervos, tan característico como hipnótico. Un curioso hilo musical que complementa de manera fantástica una jornada de astroturismo, otro fenómeno que gana cada vez más adeptos, en busca de cielos más limpios y sin contaminación lumínica.
No sólo la berrea es el único plan para disfrutar de Entreparques por la noche. Las ‘Veladas nocturnas’ regalan a los espectadores noches de observación de cielos estrellados, identificación de constelaciones, mitos y leyendas de las estrellas y mucha astronomía.
El lugar desde donde se realiza es el Centro Astronómico – Planetario de Alcoba. Al ser una actividad con aforo limitado y acompañados de una guía acreditada, es necesario adquirir entrada previa.
Por otra parte, aquellos que no sólo quieren disfrutar del cielo estrellado, sino que también quieren recorrer sendas con la luz de la luna como única linterna, y además hacerlo en grupo, también pueden hacerlo. Un plan interesante para descubrir los secretos que guarda el cielo y finalizar la actividad con una observación con telescopio de los astros más relevantes de la noche.
Entreparques es un destino para conocer por el día… ¡y también por la noche! Un verdadero espectáculo visual y sonoro por cielo y tierra, muy cerca y para todos los públicos. Pero mientras que esperamos a que anochezca, ¿qué se puede hacer? Tal vez, aprovechando la época de berrea, un buen plan sería realizar una ruta en 4×4 con visita guiada para conocer el mejor espacio conservado de Bosque Mediterráneo, con trato personalizado y paradas de avistamiento, visitando los rincones más pintorescos, o un tradicional molino harinero hidráulico.
Los más ‘gourmets’ pueden complementar su escapada con planes enogastronómicos sugerentes, como una cata de vino en Dehesa del Carrizal, donde no sólo degustar vino con un aperitivo, sino también disfrutar de un almuerzo en una bodega singular en la que conocer sus viñedos, equipos y los procesos en la elaboración de los Vinos de Pago a manos de sus bodegueros. También es altamente recomendable El Molino de Cabañeros, en Horcajo de los Montes, para deleitarse con una cocina mediterránea, creativa, llena de armonía y contrastes, basada en la gastronomía y los productos de la zona. El Cazador, en Santa Quiteria es otra magnífica opción para adentrarse en un viaje sensorial por la gastronomía de los Montes de Toledo.
Más información:
https://turismoentreparques.com/