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Menorca, raíces profundas

La diversidad cultural de esta isla balear ha dejado huellas perfectamente visibles en una Ruta Etnológica mucho menos conocida… pero llena de atractivos

 

Las canteras de s’Hostal, cerca de Ciutadella; las barracas para animales en forma de pirámide escalonada en Punta Nati, los molinos harineros como el de Sant Lluís, el aljibe de origen inglés de Es Mercadal o un Centro Artesanal en esta misma localidad, ubicada en el corazón de la isla. Las huellas que han ido dejando los diferentes oficios presentes en el campo menorquín constituyen otro de los alicientes que Menorca depara a quienes desean descubrir sus raíces, más allá de los chapuzones en sus maravillosas calas y playas.

    

En Líthica nada es lo que parece. Porque lo que en apariencia son unas canteras –las de s’Hostal, a unos 5 kms de Ciutadella– para la extracción de piedra se han convertido desde hace un cuarto de siglo en uno de los lugares más espectaculares de Menorca para el desarrollo de todo tipo de eventos lúdico-culturales, como el veraniego Festival Pedra Viva. Además estas canteras tienen una veintena de espacios bien señalizados, como el Laberinto de los Vergeles, el Circuito Botánico o el Jardín Medieval. Al oeste de la isla, en Punta Nati, sorprenden unas curiosas edificaciones de piedra de los siglos XVIII y XIX, de planta circular o cuadrada, llamadas barracas. Y se unen a la densa red de muros de piedra diseminados por la isla e integrados en el paisaje. Son bellos exponentes de la interacción del hombre con el medio natural.

Sant Lluís vivió de sus tres molinos de viento harineros de los que hoy día se conservan dos: el Molí de Dalt, transformado en museo etnológico, y otro como centro para la juventud. En Ciutadella está el Molí des Comte, del siglo XVIII. Y hay otro en Es Mercadal. Esta localidad también atesora un aljibe del siglo XVIII en el que se recogía y almacenaba el agua de lluvia para abastecer a las tropas británicas de la época. Y un Centro Artesanal ubicado en un edificio centenario: los antiguos cuarteles militares. Este centro expone numerosas piezas, elementos etnológicos del campo menorquín, plantas autóctonas y un interesante audiovisual de siete oficios tradicionales, además de poder adquirirse productos elaborados por los artesanos.

   Más información en: www.menorca.es

La seducción modernista de Tarragona

 

Una ruta urbana con 55 referencias –entre ellas 31 edificios– permite admirar las huellas arquitectónicas de este movimiento artístico de finales del siglo XIX y principios del XX

 

Antonio Gaudí, genio del Modernismo catalán, dejó en Tarragona su sello en el altar y el manifestator del Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Pero la ciudad está llena de otras joyas de este estilo. Edificios civiles y religiosos como el Teatro Metropol, el rectorado de la URV, el Mercado Central, la fábrica de la Chartreuse, el colegio de las Teresianas o edificios de viviendas. Y como guinda, la también modernista barandilla del Balcón del Mediterráneo, majestuoso mirador desde el que contemplar el mar… y tocar ferro (tocar hierro), que trae suerte.

Más allá del conjunto arqueológico romano de Tarraco –su principal icono turístico y Patrimonio de la Humanidad–, de las huellas patrimoniales de los primeros cristianos o de la Edad Media, Tarragona tiene otro potente imán que atrae a muchos turistas allí donde deja su impronta: el Modernismo. Además del genial Gaudí –que dejó su legado cuando aun era estudiante de Arquitectura–, la ciudad fue cuna de otros dos grandes arquitectos: su aventajado discípulo Josep Maria Jujol y Josep Maria Pujol de Barberà, que embellecieron Tarragona con llamativos edificios.

Un total de 55 referencias –31 edificios, 16 elementos de edificios y 8 bienes inmuebles–, la mayoría de ellas flanqueando la Rambla Nova, principal arteria de la ciudad que nadie puede perderse, constituyen la crème de la crème del modernismo tarraconense. Una manera de disfrutar del entorno urbano admirando edificios de viviendas como las casas Ximenis, Ripoll, Salas, Bofarull, doctor Aleu, Porta Mercadé o Rabadà; el antiguo Hotel Continental o el reloj del puerto. Tarragona también seduce, 24 siglos después de la Tarraco romana, por su belleza modernista.

                            

Más información: https://www.tarragonaturisme.cat/es/rutas/ruta-modernista

Cómo ‘Re-Conocer Castelló’ desde nuestros hogares

La capital de la Plana se reinventa y ha puesto en marcha una original campaña promocional para ir conociendo su patrimonio con atractivos vídeos monotemáticos

 

El Fadrí, torre-campanario singular por su ubicación –separada de la Concatedral–, y que constituye uno de los iconos de Castelló de la Plana, es la protagonista del primero de los vídeos para ‘Re-Conocer Castelló’ sin salir de casa. Esta campaña irá mostrando semana a semana un patrimonio de la ciudad, con su historia, mediante vídeos que podrán visualizarse en las redes sociales del Patronato de Turismo y en el canal de youtube de Turismo, a través del enlace: https://youtu.be/r3Sp7TWh5qs

 

 

“Re-Conocer Castelló’ es una alternativa para aprender un poco más sobre la realidad que nos rodea, sobre su pasado y su presente”, explica la presidenta del Patronato Municipal y concejala de Turismo, Pilar Escuder. Y añade: “Queremos que la gente redescubra Castelló desde sus casas, que tenga la oportunidad de reencontrarse y revivir una ciudad que ahora mismo no puede visitar”.

Esta campaña, apoyada en las tecnologías audiovisuales, es una original manera de descubrir, uno a uno, los múltiples atractivos turísticos –monumentos, lugares, personajes…– de esta capital mediterránea, referente de la Costa de Azahar. Y todo ello, sin salir de casa, respetando las normas… pero tomando nota de esos imprescindibles a visitar cuando todo vuelva a la normalidad. ‘Re-Conocer Castelló’ es sumergirse en la historia de una ciudad que se gestó en la montaña pero que en el siglo XIII dio un giro radical a su devenir al trasladarse al fertil llano, para crecer y consolidarse junto al Mare Nostrum. Un mar del que se nutre a diario para maridar su sabrosa gastronomía con los productos de su huerta.

Más información: www.castellonturismo.com

Un sorprendente viaje virtual a la Tarraco romana

Con la App Imageen Tarraco –gratuita para móviles y tablets– Tarragona fusiona el pasado con el presente del legado arqueológico romano

 

¿Cómo era la plaza de la Font de Tarragona –sede actual del ayuntamiento– en la época romana? ¿Y el Anfiteatro? ¿Qué había donde ahora está la Catedral? Un fascinante viaje emocional de 24 siglos atrás en el tiempo gracias a la visita experiencial creada a través de realidad virtual. Pasear hoy día por los lugares más emblemáticos de la Tarraco romana adquiere una nueva dimensión que permite revivir el pasado en el propio presente. Tarragona sigue poniendo en valor su principal Patrimonio de la Humanidad, con emociones visuales.

 

El Anfiteatro, el Circo romano, el Foro Local ­–o de la Colonia– o el desaparecido Templo de Augusto, huellas patrimoniales de la Tarraco romana, reviven hoy día gracias a las nuevas tecnologías, que han situado a Tarragona en vanguardia de la innovación turística. Y como una imagen vale más que mil palabras, mediante la App Imageen Tarraco se consigue la mágica fusión de pasado y presente simplemente desplazando el móvil o la tablet por los lugares recreados. Un perfecto ejemplo es la del Circo romano, recogida en este vídeo: https://bit.ly/3amGXJ6

 

Esta App, disponible para IOS y Android, se puede descargar gratuitamente; y en cada uno de los puntos recreados ofrece diversas funcionalidades: Slider, para combinar pasado y presente utilizando una barra de tiempo que se puede mover manualmente; Avatar, guía virtual que enseña cómo ha cambiado el enclave desde el pasado hasta la actualidad; y Vídeo explicativo, para descubrir en pocos minutos lo que ocurría y cómo se vivía en tiempos pasados de la Tarraco romana.

         Más información: https://www.tarragonaturisme.cat/es/la-aplicacion-imageen y http://imageen.net/tarraco/

Formentera, con los cinco sentidos

La isla balear hace aflorar todos los sentimientos desde el mismo instante en que el ferry que conduce a ella desembarca en La Savina

 

Ver y enamorarse con amaneceres y atardeceres desde sus dos extremos, junto a sus faros. Escuchar la sinfonía de un birding que congrega a más de 200 especies de aves a lo largo del año. Oler su peculiar flora paseando a pie o en bicicleta por sus 32 Rutas Verdes. Degustar su sabrosa gastronomía de proximidad amparada en la filosofía culinaria slow food. Pisar descalzos la arena de sus paradisíacas playas y calas sumergiéndonos luego en sus cristalinas aguas turquesa. Formentera es naturaleza
en estado puro… para disfrutar con los cinco sentidos.

 

 

La menor de las Pitiusas se despierta dando los buenos días al sol que amanece por el horizonte mediterráneo en su extremo oriental, el faro de la Mola; el mismo que inspiró a Julio Verne en una de sus grandes novelas: ‘Hector Servadac’. Y lo despide cada atardecer, por el sudoeste, en el faro del cabo de Barbaria, viendo cómo se acuna de nuevo en el Mare Nostrum mientras el cielo lo arropa tiñéndose de mágicos tonos rojizos.

 

Recorrer a pie el Camí des Brolls –de gran riqueza biológica y singularidad paisajística– que rodea el Estany Pudent, permite escuchar y observar a diferentes especies de aves, entre ellas los estilizados flamencos. Pero el birding es también sensible y visible en los islotes de Es Freus, santuario de aves marinas; en el Estany des Peix, en la meseta de Mola o en la planicie de Barbaria, donde revolotean la Sylvia Baleárica o la Terrera común.

Inhalar el aroma que destila el singular paisaje de pinos y sabinas, de romeros o enebros, es uno de los alicientes de sus Rutas Verdes, 32 circuitos polivalentes que entrelazan caminos que suman más de un centenar de kilómetros, la mayoría accesibles pedaleando. Entre ellas, las de Es Trucadors o el Camí de sa Pujada.

Del olfato… al gusto. Verdura ecológica, pescado seco, cordero, queso mixto (de cabra y oveja)… Formentera es gastronomía tradicional vinculada al mar y a la agricultura de secano, con productos autóctonos, vino de la tierra y mucho, mucho sabor. Todo, bajo una filosofía culinaria slow food (comer con tranquilidad valorando la calidad) de la que se ha editado un mapa-guía para localizar y adquirir producto local.

 

Y con mucho tacto. Así se siente también la pequeña Pitiusa; con la sensibilidad a flor de piel que supone caminar descalzos por playas y calas como Llevant, Caval d’en Borràs, Migjorn, Ses Platgetes, Es Pujols, Cala Saona… o la mítica Ses Illetes, siempre entre las mejores del mundo. Y luego, como no, ‘entregar’ los cuerpos al Mediterráneo para que sus cálidas y transparentes aguas los acaricien e impregnen de su mágica esencia natural.

 

www.formentera.es

Una primavera menorquina a ritmo de jazz

Del 13 de marzo al 23 de mayo, la isla balear cautivará a los amantes de este género musical con una decena conciertos, otras actuaciones, bailes y un filme

La isla Reserva de la Biosfera, del deporte, de las estrellas y de la gastronomía se transforma también, cada primavera, en… ¡la isla de la música! Desde hace algo más de dos décadas, tienta a los melómanos con su Menorca Jazz Festival, que llega a su 22ª edición. Dos intensos meses y medio para disfrutar con este género musical surgido en Nueva Orleans a finales del siglo XIX y extendido mundialmente gracias a mitos como Louis Armstrong, Ella Fitzgerald o Aretha Franklin. Maó, Sant Lluís, Ferreries y, especialmente, Ciutadella acogerán una decena de conciertos, además de bailes e incluso una película. La primavera menorquina suena a Jazz.

    

     Si la primavera la sangre altera, la mejor manera de apaciguarla y relajarnos es con buena música. Y a la espera de que llegue la época de los chapuzones, Menorca se postula como destino ideal para una escapada primaveral al son de su Menorca Jazz Festival, que llega a su 22ª edición. Dos décadas largas animando a mover el cuerpo al son de este ritmo. Este año, el Festival propone una interesante mezcla de jazz clásico con el de vanguardia; algo de ‘riesgo’ para despejar el espíritu acomodado en el confort. Y llevará el jazz a municipios como Ciutadella, Maó, Sant Lluís y Ferreries.

El evento arrancará el viernes 13 de marzo con el concierto a cargo de Lion Sphere en el Jazzbah de Ciutadella. Esta localidad acogerá también los conciertos de Shaun Martin Three-0 (27 marzo, en el Casino); Eli Degibri Quartet (10 abril, en el Teatre des Born); Soul & Funk For Kids (18 abril, en la Sala Polivalent Canal Salat); Blue Gong y David Marquès The Beatles Project (8 de mayo, en el Teatre Sant Miquel); y Nos-Tres y Café Olé Trio (9 de mayo, en el mismo teatro).

La localidad de Sant Lluis será escenario del concierto de Irene Reig Quintet (20 de marzo, en la Sala Albert Camús). Y Ferreries, el de Yazz Ahmed Quartet (3 abril, en su Auditori). Mientras que en Maó actuará Sarah McKenzie & Horns (24 abril, en el Teatre Principal) y se proyectará los días 21 y 23 de abril, en su Cine Club Ateneu, la película ‘El hombre del brazo de oro’, dirigida en 1955 por Otto Preminger y protagonizada por Frank Sinatra, sobre la vida de un hombre que para escapar de su mala vida soñaba con convertirse en baterista de una gran banda de jazz. Esta película también podrá verse el 22 y 23 de abril en los cines Canal Salat de Ciutadella.

 

     Muy especial será el Weekend Dixieland, fin de semana dedicado a esta variante del jazz, los días 18 y 19 de abril, a cargo de la Original Dixieland Sedajazz, banda que recorre desde hace casi tres décadas las plazas y calles del país. El sábado actuarán en Ferreries y Sant Lluís; y el domingo, en Es Castell.

 

En el marco del Menorca Jazz Festival, del 30 de abril al 3 de mayo, en diversos lugares de la isla tendrá lugar el Menorca Lindy Exchange, en su 4ª edición (https://www.menorcalindyexchange.com/). Un largo e intenso fin de semana con swing en directo, baile al aire libre, fiestas y gastronomía. Y actividades como el Menorca Swing Tour del 30 de abril (ruta a caballo, senderismo, kayak, baile junto al mar…); La Mar de Swing del 1 de mayo (excursión de un día sobre un catamarán explorando la costa oeste, amenizada con una banda de swing); o el Pasacalles Swing Ciutadella y la Swingxalada, la fiesta más alocada, ambos el mismo 1 de mayo.

 

Y pondrá sonoro ‘the end’ al evento, el sábado 23 de mayo, el Vega Festival (18ª edición), un picnic en el Palmeral de Cala en Blanes de Ciutadella, con las actuaciones –a partir de las 13.30 horas– de Balkan Paradise Orchestra, Glissando Bigband & Toni Vaquer, y Pere Moll Quartet Feat Alejandro Delgado.

 

     Más información en: www.menorca.es y https://menorcajazzfestival