Admirar los primeros colores de un nuevo día… o despedirlo con una romántica puesta de sol, saboreando una copa con Granada a nuestros pies, son espectáculos sensoriales difíciles de describir con palabras. Y hacerlo desde el mejor ‘palco’ posible, el de una terraza con 112 años de historia –la del Hotel Alhambra Palace– convierte esa experiencia en mágica, sublime, inolvidable… Una auténtica sinfonía visual brujuleando con la mirada por el Centro Histórico cristiano y su Catedral, por el Realejo judío, por la Vega granadina… y, como telón de fondo, Sierra Nevada, que en invierno se torna violeta al atardecer. Sentaos, respirad profundamente… ¡y disfrutad!
A veces los sueños se hacen realidad. Como el del compositor mexicano Agustín Lara, quien compuso ‘Granada, tierra soñada por mí’ solo inspirándose en fotos… y tres décadas antes de poderla ver con sus propios ojos. La capital nazarí, con su monumental Alhambra, atrapa, cautiva y seduce al visitante como lo hizo con Boabdil el Chico, quien lloró –como una mujer, según la lapidaria frase atribuida a su madre, Aixa– lo que no había sabido defender como hombre. Y no era para menos…
Granada penetra en las entrañas del viajero mientras la recorre paso a paso, descubriendo los mil matices de un mosaico multicultural fascinante, único: Albaicín árabe, Sacromonte gitano, Realejo judío, Centro Histórico cristiano. Pero tras ese paseo ‘terrenal’ por la historia, es necesario admirarla en su conjunto, sentados tranquilamente en un lugar más ‘celestial’ que nos permita recrearnos en sus tejados escuchando la sinfonía de campanas de siete iglesias; en un ‘palco’ palaciego de centenaria historia: ¡La Terraza Panorámica de Hotel Alhambra Palace!
Inaugurado en 1910 por el rey Alfonso XIII –bisabuelo de nuestro actual monarca, Felipe VI– este 5* de estilo palaciego que ‘levita’ sobre Granada como majestuosa antesala de la monumental Alhambra (situada a solo 10 minutos a pie), tiene la capital nazarí a sus pies. Y nos asoma a ella desde su terraza. Abierta desde las 10:30h de la mañana hasta las 23:45h de la noche, ofrece las más increíbles vistas a todas horas del día, lo que permite descubrir cómo Granada va cambiando de matices cromáticos en función del momento. Allí es posible también hacer un break gastronómico disfrutando de las vistas mientras saboreamos las variadas propuestas que ofrece la carta de su Snack-Bar: desde un surtido de quesos o de tapas a ensaladas, sopas y cremas, pastas, sandwiches, hamburguesas o auténticas tentaciones culinarias como su ‘Atún rojo a la parrilla’, la ‘Paletilla de cordero lechal’… ¡o incluso ‘Caviar iraní Beluga’ maridado con champagne!
Aunque el momento más especial y romántico es, sin duda, ver caer la tarde sobre Granada mientras degustamos un refresco, un café o un té, una copa vino o cava, un coñac, un gintonic, un whisky… o cualquiera de sus múltiples cócteles; desde los tradicionales Mojito, Caipirinha o Bloody Mary a propuestas más atrevidas y sofisticadas como el ‘Cocktail Alhambra’. Y así, entre sorbo y sorbo, contemplar desde la Terraza Panorámica del Hotel Alhambra Palace, el espectáculo crepuscular de un cielo que se va tiñendo de rojos y anaranjados antes que el sol se acune por el horizonte.
Parece un sueño nazarí, es verdad; pero a veces los sueños se hacen realidad…
Más información en: www.h-alhambrapalace.es
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