Entrevistado hoy viernes en ‘MIRADAS VIAJERAS TV’ (Negocios TV, Canal 125 de Movistar +)
¿Cómo ha afectado la pandemia a las viviendas de uso turístico? ¿Qué es FEVITUR? ¿Cuáles son sus retos actuales y sus proyectos de futuro? ¿De qué manera pueden contribuir a la reactivación económica y turística de nuestro país? Tolo Gomila, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos, ha sido hoy protagonista en Miradas Viajeras TV. Entrevistado por Fernando Valmadesa en SmartRental Collection Gran Vía Capital, ha puesto en valor todo lo que aporta su sector como alternativa vacacional complementaria a la hotelería. Gomila recuerda: “Las viviendas de uso turístico existían en España incluso antes que el propio turismo en sí; en una ley de Baleares que data de 1936 ya se hablaba de casas de vacaciones”. Y afirma: “Muchas de estas viviendas han pasado a alquiler por meses pero cuando todo se reactive volverán a ser de uso turístico”.
La irrupción en el mercado de las viviendas de uso turístico supuso un cambio en la oferta de alojamiento que llegó para quedarse como complemento a la hotelera, al igual que la aparición de las compañías ‘low cost’ hace un cuarto de siglo condicionó el devenir de las grandes compañías aéreas. Hace ocho años, en 2013, se creo FEVITUR, la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos, que genera un empleo directo de 15.000 trabajadores, otros 35.000 de forma indirecta y unos ingresos anuales de 6.500 millones de euros. Su presidente, Tolo Gomila explica que “nuestra federación engloba a 23 asociaciones y representa a unas 186.000 viviendas de uso turístico, que suponen un 33% del total del alojamiento en España, por lo que tenemos una repercusión económica muy importante. Somos la única federación que representa a este subsector y estamos presentes en diferentes estamentos, como el Consejo Nacional Español de Turismo, y estamos representados en los entes autonómicos a través de nuestros asociados”.
Como presidente de FEVITUR, Gomila quedó en shock cuando dio comienzo la pandemia y todo lo que ello significaba, a nivel sanitario, económico y emocional. “Estuve dos semanas así porque era una situación excepcional que jamás habíamos vivido. Pero una vez te recuperas, lo peor fueron los cientos de llamadas de empresarios y propietarios de viviendas de uso turístico absolutamente desesperados. Por muy fuerte que uno sea, es algo que conmueve. Durante una temporada muy larga –y aún hoy– mis últimos pensamientos al acostarme son para esas llamadas que recibo a diario”.
Para Gomila, las primeras medidas adoptadas –Ertes, Icos…– “fueron interesantes en un momento coyuntural corto pero, a día de hoy, son insufucientes. Lo que hicieron los Icos fue poner un aval sobre la mesa, pero en cuanto se produzcan los impagos a los primeros que van a ejecutur judicialmente son a los empresarios. Los concursos de acreedores que nos van a caer encima van a ser tremendos; lo peor desde el punto de vista económico aun no lo hemos visto”. Por eso desde FEVITUR demandan al Gobierno tres medidas: “Ayudas directas, para regar al tejido empresarial de dinero; una política de contención desde el punto de vista impositivo; y una hoja de ruta sin cambios constantes de criterio, para salir de esta incertidumbre”. Y añade: “Hoy día, que gracias a la vacunación empezamos a ver la luz al final del túnel en cuanto a la pandemia, el principal objetivo debería ser mantener al máximo el tejido empresarial; sino la debacle va a ser espectacular. Como no seamos capaces de arrancar la temporada en destinos vacacionales y con el turismo internacional la situación va a ser muy complicada”.
El presidente de FEVITUR atisba un cambio de modelo turístico. “El 85% de las reservas que nos llegaban a través de canales directos de venta estaban en manos de grandes grupos (Expedia, Priceline…) y va a producirse un cambio importante porque cada vez más se está invirtiendo en comercialización directa y las resevas vacacionales van a ser de menos días. Palanca importante será también la conectividad aérea porque para fletar un avión y traer turistas a un destino debes tener un porcentaje mínimo de ocupación”. Otro factor del cambio es la implantación del teletrabajo: “Llevamos todos conectados a videoconferencias desde hace un año y las empresas se están dando cuenta que es algo eficiente, ha llegado para quedarse y es barato”.
Saliendo al paso de ciertas críticas hacia su sector, Tolo Gomila pone en valor el papel de las vivienda de uso turístico en la reactivación económica del turismo. “El gasto turístico ha fortalecido nuestra imagen. Según las estadísticas, nuestras viviendas generan un gasto/estancia que es un 23% superior a la del sector hotelero. Además, solo el 33% del coste/estancia de un turista que va a una de nuestras viviendas se destina al alojamiento, el 67% restante va a la oferta terciaria (comercio, restauración, transporte, ocio, cultura). El turista que nos elige es el que más interesa porque riega toda esa cadena de actividad. Las viviendas de uso turístico dinamizan económicamente a otros sectores, y eso es muy positivo. Es por ello que grandes compañías hoteleras (Marriott, Accor… o, en España, Room Mate o Melia) han visto aquí un segmento que es netamente familiar y necesitan proporcionar lo que el mercado reclama”.
El presidente de FEVITUR considera que el turismo doméstico ha sido el que ha ‘salvado’ un poco la situación durante la pandemia, pues el internacional apenas ha existido; y que las viviendas de uso turístico son una palanca potente porque “un establecimiento hotelero requiere de una inversión importante y una ocupación para mantenerse; en cambio nuestras viviendas, que ya están creadas y son de formato individual, pueden generar economía de una manera relativamente rápida. Lo importante es diversificar por nicho y por producto”. Y añade: “La clave no pasa por vender más camas sino experiencias. Tenemos un país fantástico, con una gran oferta. Y ahora que el cliente es más selectivo no se debe buscar cantidad sino calidad”
Tolo Gomila está a punto de concluir su mandato de cuatro años (en enero de 2022) y en este tiempo ha logrado uno de sus propósitos cuanto llegó a la presidencia: la normalización normativa de esta actividad, que han conseguido casi plenamente. Y de cara al futuro avanza: “En el siguiente mandato, en el que yo no repetiré, los dos grandes retos son superar esta situación, sea como sea; e ir en busca de la excelencia de lo que es nuestra actividad, que es extremadamente generosa desde el punto de vista transversal”.
Tres son los grandes proyectos que FEVITUR tiene sobre la mesa. “En primer lugar, la negociación de un convenio colectivo específico para viviendas de uso turístico. En segundo, un visor basado en business inteligente con ‘big data’, herramienta que nos diga exactamente cuál es la oferta que tenemos de viviendas para uso turístico en España, sus ubicaciones… y que cuando los ayuntamientos deban tomar una decisión puedan hacerlo con criterio. Y en tercer lugar, tratar de crear una OTA (Online Travel Agency) española que comercialice no solo viviendas de uso turístico sino toda la gran oferta extra hotelera que tenemos –albergues, casonas, casas rurales…– y aglutinar también comercio y restauración. Sería una gran herramienta para que esos territorios de la España vaciada pudieran tener una comercialización directa. En mayo esperamos tener noticias”.
Tono Gomila tiene muy claro que las viviendas de uso turístico “han existido toda la vida, antes incluso que el propio turismo en sí. Una de las primeras leyes en España, creo que en Baleares, data de 1936 y en ella ya se hablaba de ‘casas de vacaciones’. En los destinos costeros eso alquileres de apartamentos han formado parte de nuestra vida. Lo que realmente ha cambiado ha sido cuando esas viviendas de uso turístico se han establecido en núcleos urbanos”. Sí ha cambiado mucho en los últimos años la profesionalización del sector: “Antes había propietarios que gestionaban directamente sus viviendas de alquiler turístico y ahora son cada vez más los que ceden su gestión a terceros. En la actualidad ya no hay diferenciación en la comercialización entre un hotel y una vivienda de uso turístico. Grandes grupos como Expedia o Airbnb han visto una nueva oferta en crecimiento, y muchos turoperadores ya las están paquetizando en sus ofertas porque hay clientes que demandan este producto”.
La pandemia puso freno al sector e hizo que una de cada seis viviendas de uso turístico pasaran a alquiler residencial. “En Barcelona un 60% de la oferta migró a alquileres por meses pero cuando todo se reactive volverán a ser de uso turístico”. Y en tiempo de reinventarse, añade: “El sector hotelero está viendo en el MICE el perfil del ejecutivo al que le da igual trabajar en un país que en otro, por el auje del teletrabajo. Hay iniciativas interesantes de coworking y coliving y debe tenerse la capacidad para comercializar el producto de forma directa, aunque siendo tremendamente empáticos con el cliente, con políticas de cancelación que sean sensibles. El precio va a ser otro factor clave en la situación que estamos”.
Finalmente,Tono Gomila también confiesa lo que le ha enseñado esta pandemia: “Ha sido una lección de humildad en toda la regla. Creía que con la crisis de 2008 ya había vivido la situación más excepcional a nivel económico pero no ha sido así. Te das cuenta que no somos absolutamente nadie. Y también me ha hecho mejor persona, salir del día a día y ser tremendamente empático para entender a muchas personas que me rodean; a numerosos asociados que están sufriendo mucho”.
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