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LA PROVINCIA DE TERUEL. MÁS QUE UN DESTINO PENDIENTE ES… ¡UN DESTINO PREFERENTE!

Cielos limpios en los que ver el cielo estrellado, decenas de pueblos encapsulados en el tiempo, carreteras que recorrer sin prisa y mil y una rutas en las que desentrañar los secretos de un provincia con mucho que contar.

 

 

 

 

Teruel es, y siempre será, una provincia donde el término ‘contraste’ no es un concepto manoseado y desgastado como ha sucedido con otros destinos. No, Teruel es un territorio donde vas jugando con conceptos a priori enfrentados, pero que cobran todo el sentido a medida que vas conociendo más y más. Ruta tras ruta, pueblo tras pueblo, mirador tras mirador, descubrimos una provincia única, repleta de historias singulares. Tanto es así que en la propia provincia se acuñan términos como frescalor, tranquitenso, rapilento, comsopueblita y cienciocio… ¡Porque Teruel lo vale!

 

 

Piensa en Teruel como un destino en el que quedarse absorto mirando el cielo estrellado, limpio e inmenso, en cualquiera de sus parques y reservas naturales  Starlight, exentas de contaminación lumínica. Cualquiera de sus cientos de noches despejadas al año que, hará que las temperaturas tiendan a ser fresquitas y necesites de abrigo. Pero piensa también en Teruel como ese rincón en el que disfrutar de un chapuzón en sus pozas de agua cristalina, o bajo una cascada, en un embalse o piscina natural, para combatir el acuciante calor… ¡Eso es! ¡Teruel es frescalor!

 

 

Imagínate paseando por algunos de los pueblos más bellos de España. Verdaderas joyas arquitectónicas que parece que el tiempo ha congelado para que conserven toda su magia y su esencia. Rincones tranquilos, perfectos para disfrutar de una forma pausada, íntima y recogida. Imagínate también dar un salto en el tiempo aún más pronunciado hasta la época de los dinosaurios, con recreaciones tan conseguidas que nos harán dudar de la realidad… Como si un Tiranosaurus Rex, nos amenazara con su inquietante presencia. O, imagínate suspendido en el aire a toda velocidad, planeando como un pájaro durante dos kilómetros, con las pulsaciones disparadas y la adrenalina por las nubes. Eso es porque Teruel también es tranquitenso.

 

 

Repara un segundo en el subidón que debe dar ‘volar’ sobre el asfalto de un circuito profesional de Moto Gp y Superbikes, el Motorland, emulando a los grandes de este deporte curva a curva. Y luego piensa en otras curvas, pero estas a un ritmo sosegado, calmado. Carreteras sinuosas que bordean el paisaje como si no quisiera interferir en él, solo para que disfrutes de la conducción y te recrees en unas estampas que cambian cada día, cada estación. Ese slowdriving que rompe con el frenetismo y las prisas del día a día, donde todos van con prisa y agobiados… Aquí no. Aquí los protagonistas sois tú, tu coche y kilómetros de asfalto para recorrer con calma. Ya lo has adivinado. Teruel es rapilento.

 

 

Visualízate a ti mismo admirando la obra de un genio internacional como Luis Buñuel en su Centro de Calanda. Vanguardista, descarado, fresco y transgresor. Un icono mundial que jamás renunció a sus orígenes. Unas raíces bien profundas de las que se enorgullecen unas gentes que, exaltando su sentimiento de pertenencia al mundo rural, siguen evolucionando y dando pasos de gigante en técnicas, métodos y avances, por ejemplo en una gastronomía espectacular. Ser cosmopueblita es cuestión de actitud, y en Teruel hay de sobra.

 

 

¿Cómo definirías la comunión entre aprender sobre zoología, minería, paleontología, gastronomía o astronomía y hacerlo a través de experiencias singulares que puedes disfrutar con amigos, pareja o en familia? Porque en Teruel lo llaman cienciocio. Para el común de los mortales, significa descubrir distintos municipios del territorio y su riqueza paisajística, siempre desde una llamada al turismo sostenible.

 

 

Que Teruel sea ese básico que, como viajero, nunca falte en tu lista de destinos por los que dejarse caer sin importar época ni mes del año, porque siempre habrá un rincón, una postal, una actividad que te dejará con ganas de más. Para cada día, un plan. 365 planes que harán de Teruel tu destino preferente.

 

 

 

Más información: www.sienteteruel.es

¡FORMENTERA SE VISTE DE FIESTA EN JULIO!

Conciertos, observaciones astronómicas, actividades acuáticas, deporte, emotivos homenajes… La pequeña de las Pitiusas promete un mes de julio movidito

 

 

 

Por fin es verano. Hay ganas de disfrutar, de vivir experiencias, de conocer nuevos destinos… y si además lo podemos hacer siendo partícipes de fiestas patronales y actividades sorprendentes que nos permitan conocer de una forma diferente una isla icónica, todo mejora.

 

 

En sus marcas, listos, ¡Ya! Todos a Correr en Es Pujols

El próximo 14 de julio tendrá lugar la trigésimo novena Milla Urbana y los 5 kilómetros en Es Pujols es una de las citas deportivas imprescindibles en la isla. Ambiente festivo, ganas de practicar deporte sin importar la edad y mucha emoción. En un circuito urbano por las calles de Es Pujols, epicentro turístico de Formentera, los participantes competirán por la mañana. El pistoletazo de salida lo darán los más pequeños, hasta los 16 años, con la milla, seguido del itinerario de los 5 kilómetros. Poco después será el turno de los mayores. En la meta, como siempre, avituallamientos para los participantes tras un excepcional esfuerzo.

 

 

Una momento único con vistas al cielo…

El 15 de julio siguen las jornadas de observación astronómica con ‘Formentera mira al cel’. El lugar elegido para esta ocasión no podía ser más atractivo: el molí vell de La Mola. Acompañados por expertos y con telescopios, podremos asomarnos a la inmensidad del cielo estrellado de Formentera, que obtuvo la certificación oficial como destino turístico Starlight en el verano de 2023.

 

Fiestas del Carmen: orgullo y tradición marinera.

El inicio oficial de las fiestas de verano en Formentera siempre viene de la mano del Carmen en La Savina. La patrona de las gentes de mar recibirá el 16 de Julio su merecido homenaje con precesiones, música en directo, actividades para los más pequeños de la casa y en definitiva, todo un día dedicado a conmemorar la tradición marinera de la isla.

Sin apenas tiempo para digerir tanta fiesta, el 19 de Julio, Es Pujols coge el testigo de La Savina y se embarca en una jornada donde la devoción se mezcla con la diversión en un ambiente festivo y animado. Procesiones marítimas, actividades acuáticas, conciertos y fuegos artificiales que celebran la protección de los marineros. Además, se vivirá un momento emocionante con el concierto tributo a la memoria de Pau Donés, el mítico vocalista de Jarabe de Palo, en la Plaza Europa.

 

Para los más nostálgicos ¡Fiesta Flower Power!

Nada mejor que vivir la Formentera más hippie a pie de playa, con los pies descalzos sobre la arena y el reflejo de la luna sobre el mar. Un ambiente sorprendente, diversión y el verdadero estilo flower, con pelucas, collares y coloridas prendas para pasar una noche diferente.

 

Y como colofón, las Fiestas de Sant Jaume en Sant Francesc

Sin lugar a dudas, el plato fuerte de las fiestas de verano en Formentera. En el día de Sant Jaume, patrón de Formentera, la capital celebra su fiesta mayor con diferentes actividades que comienzan una semana antes destinadas a todos los públicos y para todos los gustos: exposiciones, talleres, deportes, conciertos al aire libre, demostraciones de ball pagès, etc.

Desde el 22 de julio, grandes y pequeños se sumarán a las diferentes actividades como La Petita Festa: taller de pintacaras y concierto familiar La Dona del Sac; actuaciones en directo de grupos como Búhos, Amparanoia y DJ Pharma; o ballada popular de las collas Es Pastorells y Es Xacoters. La Plaza de la Constitución va a ser un no parar de eventos.

Tradición, cultura y fiesta. Tres ingredientes indispensables para la celebración estival más popular de la isla y que año tras año sorprende a locales y visitantes.

 

 

Más información:
www.formentera.es

 

UN VERANO CON TU MASCOTA

Este año tu perro se va de vacaciones, y por tanto se convertirá en un cliente más del Hotel Vall de Nuria.

 

 

El Hotel Vall de Núria es un lugar idílico para aquellos que están buscando un plan diferente para este verano y alejarse da las altas temperaturas, sobre todo nocturnas. La magia de este rincón del Pirineo reside en que solo puede accederse a él mediante un tren cremallera, alcanzando un desnivel de más de 1.000 metros de altitud. Este espacio reúne todas las características para que vuestro viaje tanto en familia, pareja, amigos y con vuestras mascotas sea un auténtico éxito, ya que cuenta con 75 habitaciones y 20 apartamentos, así como un amplio plan de actividades y una exquisita gastronomía km 0.

 

El Hotel Vall de Núria es un oasis de tranquilidad que invita a los viajeros a una experiencia inolvidable. Este hotel se diferencia del resto por su carácter único, ya que exclusivamente se puede acceder a través del tren cremallera, con un recorrido de 12.5 km y un desnivel de más de 1.000 metros. Una forma diferente, única y sostenible de viajar.

 

 

Los huéspedes podrán disfrutar de la compañía de sus mascotas, sin restricciones de peso y tamaño, durante su estancia ya que los animales son bienvenidos. El restaurante cuenta con áreas designadas específicamente para quienes viajan con perros, señalizadas con carteles. Vuestros amigos peludos deberán llevar bozal mientras estén en las áreas comunes de hotel, y no podrán estar solos en las habitaciones.

 

 

Para aquellos que buscan aventura y diversión, pero también para quienes necesitan unos días de descanso, este hotel cuenta con un amplio programa de actividades para todas las edades, cuyos huéspedes tienen incluidas en el alojamiento.

 

 

El espacio lúdico Cau de la Marmota que organiza actividades guiadas para toda la familia, para niños de todas las edades. Aquí los más pequeños y sus papás disfrutarán de una espectacular sala de juegos, talleres de manualidades y pintacaras. Pero es que en el exterior, la diversión continúa con paseos en pony, en barca o kayak por el lago. Además, una zona de juegos al lado de la casita del lago, preparada con actividades para que los niños se diviertan deslizándose por un tobogán, castillos hinchables, karts y otras opciones.

 

 

El contacto con la naturaleza es uno de los grandes atractivos de este hotel, por ello los huéspedes tendrán la oportunidad de hacer rutas a caballo, o conocer una enternecedora familia de patos, incluso descubrir los rincones donde se esconden las marmotas de la zona. Además, la familia al completo podrá conocer el entorno, la ermita de San Gil y el mirador, con las fantásticas excursiones que el alojamiento tiene preparadas (e incluidas en el precio), sin olvidarnos, de la impresionante ruta nocturna para conocer las estrellas.

 

 

Y para los más intrépidos y aventureros, el hotel ha preparado una estancia para conocer las cimas que rodean este impresionante valle, solo apto para los más atrevidos. Un buen plan es refrescarse practicando barranquismo, disfrutando del río Núria y sus pozas de una manera diferente. También se puede elegir entre varias rutas de trekking en la que descubrir Puigmal y Segre, con un desnivel de 1.100 metros; Finestrelles y Noufont, con un desnivel de 1.250 metros o Nourcreus y Fontnegre, con un desnivel de 1.000 metros. Quienes buscan la foto perfecta del viaje, deben esperar al atardecer parainmortalizar una puesta de sol desde Pedrisses o el Pico de l’Àliga. Por la noche, si quedan fuerzas, nada mejor que una ruta nocturna para conocer la RocMalè con un desnivel de 2.296 metros.

 

 

Pero si lo que se busca es descansar y disfrutar de la desconexión que ofrece este exclusivo lugar, conviene aprovechar la ocasión para realizar un tratamiento con propiedades relajantes o una clase de yoga al aire libre en diferentes modalidades. Un momento de introspección, respirando Núria a través de la respiración consciente, en familia o sintiendo la energía de la luna llena, según fecha y disponibilidad.

 

 

En Vall de Nùria los amantes de la astronomía están de enhorabuena, ya que cuentan con una actividad que consistirá en un avistamiento del cielo a simple vista, y una observación de los objetos más destacados de la noche mediante un telescopio. O también, un paseo en barca a la luz de la luna llena el 21 de julio.

 

 

En cuanto a su gastronomía, este hotel destaca por el uso de producto km 0 que pone en valor los excelentes recursos de la zona. Todos ellos se pueden encontrar en cualquiera de los espacios gastronómicos como el propio restaurante del hotel, la Cabaña del Pastor, el Bar Finestrelles o el restaurante a la carta ‘El Racó de la Vall’. Sin olvidarnos de la Furgoteca, una foodtruck donde niños y mayores recuperarán fuerzas con increíbles hamburguesas. Cada uno de ellos cuenta con diferentes propuestas para sorprender a los paladares más exigentes.

 

 

Este complejo hotelero está formado por 75 habitaciones completamente equipadas; 4 suites y 10 habitaciones familiares superiores que ofrecen un ambiente cálido y elegante, un remanso de paz en plena naturaleza. Otra de las opciones que ofrece este alojamiento son sus 20 apartamentos, que con una capacidad máxima de 6 personas, están completamente equipados para hacer de la estancia algo singular.

 

 

https://hotelvalldenuria.cat/

 

 

ALMENDRALEJO CELEBRA UNA NUEVA EDICIÓN DEL FESTIVAL DEL SOLSTICIO DE VERANO

Déjate llevar por la energía del solsticio estival con nueve días de música, vino y poesía en un lugar mágico, perfecto para la observación de las estrellas.

 

 

La ciudad de Almendralejo se prepara para recibir la llegada del estío con el Festival del Solsticio de Verano, en Huerta Montero, del 21 al 29 de junio. Durante una semana, se podrá disfrutar de una variada programación que incluye música, danza, talleres, ‘arqueoastronomía’ y poesía. Este evento promete deleitar a los asistentes con degustaciones de cava y jamón, brindando en un entorno mágico. Una cita ineludible para los amantes de la gastronomía, la cultura y los planes singulares.

 

La ciudad del vino y el cava ultima los detalles de una nueva edición del Festival del Solsticio de Verano, de 21 al 29 de junio, en uno de los lugares más visitados del municipio, Huerta Montero, un yacimiento arqueológico de primer orden. Los asistentes podrán disfrutar de un amplio programa de actividades culturales y gastronómicas.

 

Este festival comenzará el 21 de junio, a las 21:30, con música, danza y una narración oral. Una representación participativa para todos los públicos a cargo de “Al origen”, un espectáculo de danza que llevará al público a revivir la vida en el pasado remoto. Música, voz y movimiento para llegar a lo más sensible de nuestra memoria que finalizará con un brindis con cava a la luna.

 

El 22 de junio, a las 10:00 de la mañana, tendrá lugar el “taller de costumbre de San Juan”, en el que los asistentes aprenderán las costumbres mágicas de los solsticios de verano, así como de la elaboración del aceite de San Juan y sus propiedades, gracias a la escuela herbal Herbanostra.

 

Del 24 al 28 junio, Huerta Montero abrirá sus puertas con visita gratuitas guiadas cada media hora al yacimiento arqueológico que no necesita inscripción previa, en horario de 10:00 h a 11:30.

El 28 de junio, a las 21:15, la poesía cobrará vida en la voz de Daniel Casado durante el recital “In vino veritas”. Más tarde, a las 22:00, será el turno de Alberto Terrón con“la mandrágora y otras bebidas”. Y, para terminar la noche habrá ‘canciones a la deriva’ con ambos artistas, en una colaboración especial, durante la actividad se podrá degustar cava y jamón a precios populares

 

Para concluir el festival, el día 29 de junio, a las 21:30, será el turno de la astronomía con “Arqueoastronomía bajo el cielo estrellado”, a cargo del guía de astroturismo Mario Tena. A continuación, a las 21:45, será el preámbulo de la siguiente actividad, una charla introductoria sobre los momentos estelares de la astronomía en la historia de la humanidad. Finalmente, a las 22:30 y como colofón final se observará el cielo estrellado con un puntero laser y un telescopio, junto con una degustación comentada de cava.

 

Más información y reservas:

visita.almendralejo.es/

Tlfno: +34 924 666 967

Mail: turismo1@almendralejo.es

DISFRUTA DEL ÚLTIMO PASEO PRIMAVERAL POR FORMENTERA

 

 

 

Formentera es un paraíso, si, ¡pero un paraíso floral! Eclipsado por sus playas y calas de aguas cristalinas (su más evidente reclamo veraniego) la menor de las Pitiusas es también un Edén por descubrir. Porque, más allá de su salvaje belleza, la isla atesora una variadísima flora autóctona arropada en una diversidad de zonas que combinan sus atractivos paisajes con la observación de especies únicas. Aunque ahora van apeteciendo los chapuzones, pasear por ella permite al visitante admirar sabinas retorcidas por el viento o bosques de pinos pero también enebros, romeros, brezos, tomillos, amapolas, margaritas, gladiolos, campanillas de las dunas, azucenas de mar, limoniums, eneas, carrizos … ¡e incluso delicadas y románticas orquídeas!
Porque Formentera… también es bella en primavera.

 

La naturaleza de Formentera se presenta de manera tan austera como privilegiada. Con la precipitación media más escasa de Baleares, la vegetación de la menor de las Pitiusas es capaz de mostrarse ante el visitante con todo su esplendor. Y de manera muy especial en primavera cuando estas joyas naturales han empezado a brotar como por arte de magia.

 

Adentrarse en los bosques de Formentera, dominados por sabinas y pinos, es también descubrir otros estratos herbáceos dignos de admirar. En lugares donde las condiciones del suelo permiten mayor densidad y desarrollo, aparecen las máquias (arbustos de altura entre 50 cm y 4 metros) e incluso especies como el madroño. En los de menor densidad hay mayor diversidad de especies, como el romero, el brezo, las jaras o los aromáticos tomillos. La presencia de encinas es testimonial. La Mola y Cap de Barbaria son las zonas donde los hábitats forestales se encuentran mejor representados. Estos ecosistemas forestales son esenciales tanto para retener el agua de las lluvias como para servir de refugio a la fauna silvestre.

 

Mención aparte merecen las orquídeas. Alcanzan una gran extensión y, por su importancia y fragilidad, están catalogadas como Hábitat de Interés Comunitario Prioritario por la Directiva de Hábitats. En Formentera existen 17 especies autóctonas. Crecen solo en suelos inalterados y bajo condiciones muy particulares. Y son conocidas por sus estrategias de polinización, basadas en el ‘engaño’ a determinados insectos.

 

Parte importante del suelo de Formentera está dedicado a la agricultura, con la higuera (símbolo de la isla) y la vid como cultivos más extendidos. También pueden verse almendros, algarrobos y olivos. Una interminable lista de plantas de preciosa floración primaveral llenan de aromas y colores los paisajes agrícolas y caminos interiores: amapolas, caléndulas, margaritas, gladiolos… También muchas plantas silvestres que crecen en la isla han sido utilizadas tradicionalmente por sus propiedades medicinales o culinarias. Como el ‘tomillo cabezudo’ (para elaborar licor de hierbas), las ‘collejas’ (verdura que es ingrediente principal de un plato autóctono, el cuinat, típico de Semana Santa) o el ‘hipérico’ (con el que se elaboraba un aceite de importantes propiedades curativas y cicatrizantes).

 

Las playas de Formentera acogen algunos de los sistemas dunares mejor conservados de las Baleares, como en Ses Illetes, Cavall d’en Borràs, Levante, Migjorn o s’Alga (en la isla de s’Espalmador). Incluyen una parte sumergida –los arrecifes que se forman por las praderas de Posidonia oceánica– y una parte emergida, las plantas que crecen sobre las dunas, con sus raíces profundas, retienen el sustrato arenoso y fijan estas dunas. Ellas albergan diversas comunidades de plantas, como la ‘rubia marina’, el ‘rábano de mar’, la ‘campanilla de las dunas’ o la ‘azucena de mar’. Y sobre las más alejadas del mar se asientan las sabinas.

 

Los saladares son un hábitat de gran singularidad donde crecen especies únicas. En Formentera se ubican en las inmediaciones de las salinas (estany Pudent, estany des Peix o las salinas Ferrer y Marroig) y en la pequeña laguna de s’Espalmador. Aquí aparecen diversas especies endémicas, como ‘Limonium formenterae’, ‘Limonium wiedmanni’ o ‘Limonium gosii’. Y en el Camí des Brolls, además de su Ruta Ornitológica hay algunas zonas de vegetación ligada al agua dulce, como eneas o carrizos.

 

Casi un 30% de las plantas catalogadas pertenecen a las comunidades litorales. Los tramos rocosos de primera línea de costa presentan vegetación más empobrecida. La más extendida es la ‘Limonium minutum’, exclusiva de Balerares, y el ‘Limonium cassonianum’ presenta flores blancas. Acompañando a estas especies suele estar el ‘hinojo marino’. Una buena representación de los hábitats litorales está en pequeños islotes como s’Espalmador o es Freus.

 

Los acantilados de la Mola y Cap de Barbaria custodian especies vegetales de gran valor naturalístico, como el ‘palmito’, única palmera autóctona de este territorio, en zonas inaccesibles de punta de sa Creu. La Mola es rica en endemismos, como la ‘Saxifraga corsica subsp. cossoniana’, diminuta planta de flores blancas. Pero es precisamente el endemismo el que genera encanto por su rareza. En Formentera hay más de una veintena de plantas endémicas.

 

¡Disfruta de el último paseo primaveral para descubrir una Formentera que no conocías!

 

Más información: www.formentera.es

BAROÑA, UN VESTIGIO FASCINANTE DE LA HISTORIA DE LA RÍA DA ESTRELA

Una de las postales más codiciadas por los viajeros que se adentran a conocer este fabuloso rincón de Galicia. La más alta de las rías baixas esconde rincones como este museo al aire libre.

 

 

El castro de Baroña es uno de los emblemas de la Ría da Estrela. Un tesoro vivo que permite, en un paseo entre los restos de sus murallas y sus viviendas, dar un salto secular en el tiempo, a la Edad de Hierro entre los siglos I a.C y I d.C. Su buen estado de conservación y los hallazgos en las sucesivas excavaciones han arrojado un poco de luz sobre cómo era la vida en tan recóndito lugar. Hoy en día, Baroña es uno de los pocos castros conservados basados en una economía básicamente marítima y recolectora, en el que además, ya se intuía un respeto y sentido de responsabilidad por las especies marinas, antes de que conceptos como la sostenibilidad estuvieran tan vigentes como hoy en día.

 

 

A medida que descendemos por el sendero que nos lleva la playa, llegamos a advertir una pequeña, pero imponente península (punta do Castro) delimitada por lo que en otra época fue una férrea muralla. El castro de Baroña, en el municipio de Porto do Son, es una ciudad en miniatura que en su tiempo fue perfectamente funcional, ya que hasta se encontraron restos de anzuelos y aparejos de pesca, así como restos de un horno en la zona norte del poblado donde se desempeñaron actividades relacionadas con la metalurgia y la minería.

 

 

El porqué de la elección de este emplazamiento para establecer un castro se deduce a simple vista. La disposición de la ponta do Castro otorgaba una defensa natural con el mar a la espalda y permitía centrar la defensa en la muralla que protege el istmo. Un foso de unos 60 metros de largo por 4 de ancho y una profundidad de unos 3 metros guarecían a unos habitantes que ocupaban viviendas circulares u ovaladas sin ventanas, protegidas a su vez por una segunda línea defensiva compuesta por piedra o arena.

 

 

De lo que también se debe percatar el visitante, es de la parte más alta del castro, donde se localiza un rincón singular que por sus características algunos estudiosos creen que podría tratarse de una especie de santuario. Sin embargo, no hay evidencias sólidas que lo certifiquen. Eso sí… ¡Qué vistas! La inmensidad del Atlántico de un lado. De otro, la bella estampa de las playas de Baroña y de Area Longa, dos arenales de unos 500 metros cada uno que, aunque separados por rocas, han acompañado al castro todo este tiempo conformando un verdadero reclamo para todos los buscadores de postales ávidos de un momento, de un instante como la caída del arco iris caminando por la playa de Baroña con la vista puesta en el horizonte, más allá del castro.

 

 

Sostenible por naturaleza, en la Ría de Muros Noia el concepto sostenibilidad ya estaba latente siglos antes de que este término se repita hoy en día de forma constante como un mantra. En las excavaciones arqueológicas ya se pudo vislumbrar que siglos atrás los habitantes respetaban las especies marinas, pues solamente se encontraron restos de bivalvos adultos, lo cual denota la importancia, el respeto y el sentido de responsabilidad en aquella época.

 

 

Gracias a las obras de rehabilitación iniciadas en 2012, hoy en día podemos disfrutar de uno de los rincones más genuinos de la Ría da Estrela. Un paseo por la historia, por el origen de una tierra y unas gentes que se han adaptado al entorno sin apenas alterarlo. De la cultura castrexa se ha escrito e investigado muchísimo, pero para los espectadores de a pie, no hay duda de que es un monumento de una belleza y un cierto halo de misticismo que lo hacen aún más atractivo.       

 

         

Más información: www.riadaestrela.com