Archivo de la categoría: Senderismo

6 Rutas Verdes para una escapada senderista a Formentera

 

De los chapuzones… ¡A las caminatas! Formentera es un destino para todo el año y lo pone de manifiesto en otoño, cuando sus paradisíacas playas y calas ceden su protagonismo a las Rutas Verdes. Sin las elevadas temperaturas estivales resulta de lo más agradable oxigenar el cuerpo y relajar la mente practicando senderismo o cicloturismo… admirando la interesante flora y el singular paisaje del considerado como ‘último paraíso del Mediterráneo’. Este próximo Puente de la Constitución, preludio vacacional de las Navidades, es una excelente oportunidad
para descubrir ‘otra’ Formentera.

 

 

Seguro que muchos de los asíduos a Formentera en la temporada veraniega, atraídos por la irresistible tentación de sus playas –Ses Illetes, Llevant, Migjorn, Cala Saona…–, conocen a la perfección todos y cada uno de los rincones costeros de los 67 km de litoral de la menor de las Pitiusas. Pero… ¿Y del interior de sus 83,2 km2 de superficie? Otoño, la estación de la reflexión y la melancolía, es la época perfecta para admirar la salvaje belleza paisajística (bosques de pinares y sabinas, plantas, flores…), practicar birding o descubrir elementos patrimoniales (molinos, torres de defensa, aljibes, cisternas…). Por su cercanía con la península, cualquier weekend es bueno para una ‘escapada express’. Pero tratándose de un Puente como el de la Constitución, la oportunidad para disfrutarla unos días más es única.

De sus 32 Rutas Verdes, hemos seleccionado estás seis ¿Preparados para conocerlas?

 

1– Ruta 3: ‘La Savina–Cala Saona. El trayecto arranca en la localidad que es puerta de entrada a la isla para bordear luego la laguna del Estany des Peix y seguir por un entorno rural jalonado de campos, paredes de piedra seca y casas típicas hasta Cala Saona. Una bahía natural agazapada entre acantilados bajos y con varaderos que cobijan las barcas. Es ideal para ver la puesta de sol. Distancia: 5,5 km. Tiempo: 95 min (a pie) o 35 min (bicicleta).

 

     2– Ruta 10: ‘Sant Francesc–Ses Bardetes­–Faro de Babaria. Caminata que transcurre paralela a la carretera por la apacible zona de Can Parra y se desvía a medio camino por la antigua senda que se dirigía al Cap de Barbaria, finalizando en el famoso faro y la torre de guardia de Es Garroveret. En esta ruta se pueden ver también los yacimiento prehistóricos de Es Cap de Barbaria; tres en concreto, de la veintena pertenecientes a la Edad de Bronce (1600-1000 a.C). Distancia: 9,4 km. Tiempo: 2 h, 45 min (a pie) o 35 min (bicicleta).

 

3– Ruta 25: ‘Es Caló de Sant Agustí–El Pilar de la Mola’. Se parte de este fotogénico pueblo de tradición pesquera –con un conjunto de vetustos varaderos de madera declarados en 2002 Lugar de Interés Cultural– para subir por el histórico Camí de Sa Pujada, con las mejores vistas panorámicas de la isla, del Racó de Sa Pujada y del Pous des Verro. Ya alcanzado el altiplano, se pasa por los viñedos de Terramoll –una de las dos únicas bodegas de la isla– para llegar a El Pilar de la Mola. Distancia: 4 km. Tiempo: 1 h, 20 min (a pie). No apta en bicicleta.

 

4– Ruta 27: ‘El Pilar de la Mola–S’Estufador–Es Ram’. Nos adentra por un paisaje boscoso y, en algunas zonas, atípico; un conjunto de muchos paisajes en un solo recorrido. Parte de la iglesia parroquial de El Pilar para continuar por el Molí Vell, por una zona llana con campos de cultivos, un bosque con desnivel y torrentes naturales que llevan el agua de lluvia al mar. Tras salir del bosque mediterráneo se llega a S’Estufador, cambiando a un paisaje de color tostado, con rocas de curiosas formas de un material usado en la construcción, típico de las Baleares: el marés. Y andando en paralelo al mar se accede a un estrecho camino que lleva hasta Es Ram. Distancia: 4,2 km. Tiempo: 1 h, 25 min (a pie). No apta en bicicleta.

 

5– Ruta 31: ‘El Pilar de la Mola–Sa Cala’. Recorrido marcadamente agrario, con paredes de piedra seca, ganado y viviendas tradicionales, pudiendo observarse también viñedos, aljiges y cisternas. Todo ello en el altiplano de La Mola que, al llegar a sus vertiginosos acantilados, ofrece espectaculares vistas panorámicas de la Pitiusa Mayor, Ibiza; de la isla de s’Espalmador –continuación natural de la punta noroeste de Formentera– y de los islotes de Espardell y Espardelló. Distancia: 1,5 km. Tiempo: 20 min (a pie) u 8 min (en bicicleta).

 

6– Ruta 32: ‘Pla de la Mola’. La más larga de las 32 Rutas Verdes señalizadas en la isla permite recorrer toda la planicie de La Mola y está pensada para hacerse en bicicleta, al ser apta para todos los niveles. Alterna muchos y diversos paisajes: campos de cultivo, terrenos de interior, viñedos, bosques y accesos al mar con sobrecogedoras vistas. Algunos tramos son caminos históricos jamás modificados y otros nunca transitados por coches. Esta ruta permite admirar los principales atractivos de La Mola: el faro, la iglesia de El Pilar, el Molí Vell, la Bodega Terramoll y –los miércoles y domingos, de mayo a octubre– el Mercado Artesanal de El Pilar. Porque La Mola tiene una personalidad propia que la convierte en una especie de ‘isla dentro de una isla’. Distancia: 12,3 km. Tiempo: 3 h 5 min (a pie) o 1 h (en bicicleta).

Más información en: https://www.formentera.es/planifica/folletos-mapas-y-guias

 

4 pistas para disfrutar del ‘Mes de las Reservas de la Biosfera’ de Cáceres

 

Del 30 de octubre al 12 de diciembre se celebra la 5ª edición de esta cita, ideal para visitar las Reservas de la Biosfera de Monfragüe y Tajo Internacional

 

Otoño es la estación ideal en la que perderse… para reencontrarse con uno mismo. ¿Dónde? En espacios naturales en los que oxigenar el cuerpo, relajar la mente, practicar turismo activo… y admirar el mágico espectáculo visual de ocres, amarillos y rojizos que transforman el verde manto de bosques, valles y montañas. La provincia de Cáceres atesora dos de esos espacios que, además, son Reservas de la Biosfera: Monfragüe y Tajo Internacional. Y para disfrutarlos con la máxima intensidad les ha dedicado un mes con más de 50 actividades –bicicleta eléctrica, kayak, senderismo, talleres al aire libre…– todos los fines de semana; gratuitas y para disfrutar en familia, en pareja o con amigos. Llega el momento de Living la vida relax; llega el momento de sentir la más pura esencia de la naturaleza… ¡en Cáceres!

 

Una Reserva de la Biosfera es un territorio cuyo objetivo es la conservación de la diversidad cultural y biológica, en equilibrio perfecto con el desarrollo económico y social a través de la relación de los habitantes con la naturaleza. La UNESCO definió el concepto en 1972 y cuatro años más tarde, en 1976, se empezaron a designar las primeras de estas Reservas. La provincia de Cáceres atesora dos de ellas.

 

La Reserva de la Biosfera de Monfragüe fue declarada en 2003, ocupa una superficie de 116.160 hectáreas y representa uno de los enclaves más extensos y representativos de bosque y matorral mediterráneo. La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Tajo-Tejo Internacional alcanzó este reconocimiento en 2016 y suma 428.176 hectáreas de las cuales la mayor parte están en España (259.073) y el resto en la vecina Portugal. Un paraíso para la observación de aves y la navegación fluvial que incluye un Parque Natural, el primero compartido por dos países europeos, desde 2012.

 

     En 2017, la Diputación Provincial de Cáceres decidió poner en valor sus dos Reservas de la Biosfera dedicándoles un mes en otoño –noviembre– que supusiera una oportunidad única para conocer la cultura y la naturaleza de una forma amena y divertida, disfrutando en familia, en pareja o con amigos de un amplio abanico de actividades para todos los gustos, viviendo una experiencia en un entorno singular y único. Una cita que cumple este año su 5ª edición, desarrollándose en diferentes localidades y enclaves del territorio de cada Reserva y encuadradas en cuatro grandes bloques:

 

     1 – Naturaleza: Es, sin lugar a dudas, uno de los principales valores de las dos Reservas de la Biosfera cacereñas y uno de los atractivos turísticos más buscados por quienes las visitan. Dentro de las actividades que se desarrollarán en ellas están el astroturismo, rutas geológicas, observación de aves, senderismo… o incluso paseos en globo.

 

2 – Cultura: Rutas teatralizadas, visitas a lugares y monumentos prehistóricos, trabajos tradicionales, personajes históricos… una gran variedad de talleres y actividades para dar a conocer las actividades y usos tradicionales del territorio de ambas Reservas de la Biosfera.

 

3 – Turismo activo: Numerosas y variadas actividades harán las delicias de quienes buscan acercarse a la naturaleza de una manera única y exprimir a tope la experiencia. Descensos en kayak, paseos a caballo, rutas en bicicleta eléctrica, escalada… y como gran novedad: una ruta en bici de dos días, desde Cáceres hasta Piedras Albas, por la histórica Vía de la Estrella.

 

4 –Gastronomía: Supone el complemento perfecto a todo el conjunto de actividades que propone este intenso mes en las dos Reservas de la Biosfera cacereñas. Conocer y degustar los productos de ambas será toda una delicia para el paladar de los visitantes. En esta 5ª edición toma especial protagonismo el slow food y los productos sostenibles, con rutas sobre la montanera, talleres de cocina o de elaboración de quesos artesanos, etc.

 

Todas las actividades tienen plazas limitadas y podrán reservarse a través de la web www.mesdelareservabiosfera.es gracias a un motor de reservas que permitirá a los interesados reservar plaza en ellas de manera rápida, cómoda y segura.

 

Más información sobre la Provincia de Cáceres: www.turismocaceres.org

 

 

4 pistas para disfrutar del ‘Mes de las Reservas de la Biosfera’ de Cáceres

Del 30 de octubre al 12 de diciembre se celebra la 5ª edición de esta cita, ideal para visitar las Reservas de la Biosfera de Monfragüe y Tajo Internacional

 

 

Otoño es la estación ideal en la que perderse… para reencontrarse con uno mismo. ¿Dónde? En espacios naturales en los que oxigenar el cuerpo, relajar la mente, practicar turismo activo… y admirar el mágico espectáculo visual de ocres, amarillos y rojizos que transforman el verde manto de bosques, valles y montañas. La provincia de Cáceres atesora dos de esos espacios que, además, son Reservas de la Biosfera: Monfragüe y Tajo Internacional. Y para disfrutarlos con la máxima intensidad les ha dedicado un mes con más de 50 actividades –bicicleta eléctrica, kayak, senderismo, talleres al aire libre…– todos los fines de semana; gratuitas y para disfrutar en familia, en pareja o con amigos. Llega el momento de Living la vida relax; llega el momento de sentir la más pura esencia de la naturaleza… ¡en Cáceres!

 

Una Reserva de la Biosfera es un territorio cuyo objetivo es la conservación de la diversidad cultural y biológica, en equilibrio perfecto con el desarrollo económico y social a través de la relación de los habitantes con la naturaleza. La UNESCO definió el concepto en 1972 y cuatro años más tarde, en 1976, se empezaron a designar las primeras de estas Reservas. La provincia de Cáceres atesora dos de ellas.

 

La Reserva de la Biosfera de Monfragüe fue declarada en 2003, ocupa una superficie de 116.160 hectáreas y representa uno de los enclaves más extensos y representativos de bosque y matorral mediterráneo. La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Tajo-Tejo Internacional alcanzó este reconocimiento en 2016 y suma 428.176 hectáreas de las cuales la mayor parte están en España (259.073) y el resto en la vecina Portugal. Un paraíso para la observación de aves y la navegación fluvial que incluye un Parque Natural, el primero compartido por dos países europeos, desde 2012.

 

    

     En 2017, la Diputación Provincial de Cáceres decidió poner en valor sus dos Reservas de la Biosfera dedicándoles un mes en otoño –noviembre– que supusiera una oportunidad única para conocer la cultura y la naturaleza de una forma amena y divertida, disfrutando en familia, en pareja o con amigos de un amplio abanico de actividades para todos los gustos, viviendo una experiencia en un entorno singular y único. Una cita que cumple este año su 5ª edición, desarrollándose en diferentes localidades y enclaves del territorio de cada Reserva y encuadradas en cuatro grandes bloques:

 

     1 – Naturaleza: Es, sin lugar a dudas, uno de los principales valores de las dos Reservas de la Biosfera cacereñas y uno de los atractivos turísticos más buscados por quienes las visitan. Dentro de las actividades que se desarrollarán en ellas están el astroturismo, rutas geológicas, observación de aves, senderismo… o incluso paseos en globo.

 

 

2 – Cultura: Rutas teatralizadas, visitas a lugares y monumentos prehistóricos, trabajos tradicionales, personajes históricos… una gran variedad de talleres y actividades para dar a conocer las actividades y usos tradicionales del territorio de ambas Reservas de la Biosfera.

 

 

3 – Turismo activo: Numerosas y variadas actividades harán las delicias de quienes buscan acercarse a la naturaleza de una manera única y exprimir a tope la experiencia. Descensos en kayak, paseos a caballo, rutas en bicicleta eléctrica, escalada… y como gran novedad: una ruta en bici de dos días, desde Cáceres hasta Piedras Albas, por la histórica Vía de la Estrella.

 

4 –Gastronomía: Supone el complemento perfecto a todo el conjunto de actividades que propone este intenso mes en las dos Reservas de la Biosfera cacereñas. Conocer y degustar los productos de ambas será toda una delicia para el paladar de los visitantes. En esta 5ª edición toma especial protagonismo el slow food y los productos sostenibles, con rutas sobre la montanera, talleres de cocina o de elaboración de quesos artesanos, etc.

 

 

Todas las actividades tienen plazas limitadas y podrán reservarse a través de la web www.mesdelareservabiosfera.es gracias a un motor de reservas que permitirá a los interesados reservar plaza en ellas de manera rápida, cómoda y segura.

 

Más información sobre la Provincia de Cáceres: www.turismocaceres.org

 

 

EL PARAÍSO MÁS SALVAJE LO TIENE LEÓN

La riqueza y biodiversidad del Alto Bernesga hace que fuera declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el 2005. Un lugar donde disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, la fauna y la flora que tanto caracterizan al norte de León y diversas rutas donde paso a paso, sentirse uno más de la historia de esta provincia. 33.442 hectáreas marcadas por el paso del río Bernesga que guardan un gran valor paisajístico en cada uno de sus rincones.

 Existen muchos rincones en la provincia de León que tienen ese ‘algo’ especial, una seña identitaria que los diferencia del resto ya sea por sus historias y leyendas, por su gastronomía o por el universo cultural que lo rodea. Sin embargo, existe un lugar más único y más salvaje que se describe con una única palabra: sublime. Que desprende grandeza por la monumentalidad de sus hectáreas, de belleza extrema que, en ocasiones, cuesta asimilar. Hablamos de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga.

La riqueza y biodiversidad del Alto Bernesga es excepcional debido a su ubicación biogeográfica entre la España mediterránea y la atlántica. Fue declarada por la UNESCO en 2005 y hoy en día representa uno de los espacios naturales más importantes de la provincia. El río Bernesga cruza sus 33.442 hectáreas ubicadas en la vertiente leonesa del macizo de la Cordillera Cantábrica, dando nombre a este entorno natural que invita al visitante a recorrerlo en cualquier época del año a golpe de zapatilla.

Naturaleza a raudales

Su zona núcleo -formada por cinco grandes áreas: Casomera, Chagos, Aralla-Cabornera, Valle del río Casares y Bernesga- contiene los espacios de gran valor ecológico, así como la fauna y la flora más característica. Es un espacio estrictamente protegido debido al gran valor que tiene su patrimonio natural. La zona restante contiene elementos destacados como el Faedo de Ciñera, premio 2008 al “Bosque mejor cuidado”, o los encinares del valle de Huergas y Llombera, catalogado como Punto de Interés Biológico.

Su belleza paisajística es uno sus principales atractivos, sorprendiendo al viajero con riscos calizos, canchales y pedrizas donde habita el rebeco y aves como el águila real y el halcón. En sus bosques de hayedos y abedulares se puede descubrir su fauna, especies como la perdiz pardilla, el lobo, el urogallo o el oso. Entre sus sabinares y bosques de galería, la palabra ‘perderse’ adquiere un significado más que romántico.

Paso a paso, quemando zapatilla

La Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga ofrece diversas rutas para descubrir su territorio de forma segura. Las rutas Cueto de San Mateo desde Santa Lucía (8 km y de duración 4h), la del Valle de Arbás (12,2 km), la ruta Cueto de San Mateo desde la Pola de Gordón (9 km y 5h de duración) y la del Faedo de Ciñera permiten sumergirse en pleno corazón de la naturaleza, tomando como punto de partida para el conocimiento del terreno, el Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, ubicado en Geras de Godón.

Entre las hojas de su historia

El Alto Bernesga es un territorio surcado por infinidad de caminos que durante siglos fueron utilizados por todo tipo de gentes, peregrinos, pastores, arrieros o nobles. La calzada romana de Clarisa es el paso de acceso a Asturias remontando la Cordillera Cantábrica. Su nombre fue dado por el cónsul romano Tito Carisio.

Otra ruta milenaria es el Camino a San Salvador, Camino histórico a Santiago, el cual parte de la Real Colegiata de San Isidoro, ubicada en la capital leonesa y llega hasta la catedral de Oviedo para visitar la capilla que recibe el mismo nombre. En su recorrido por el Alto Bernesga atraviesa paisajes de ensueño entre los que se guarda celosa la Colegiata de Arbás del Puerto, de estilo románico tardío y que servía de refugio a los peregrinos en su paso por plena cordillera Cantábrica.

Señas de identidad

La ganadería, la trashumancia y la minería son tres recursos que marcan el presente de esta Reserva de la Biosfera. Sus prados de diente de calidad han sido aprovechados de forma tradicional por la práctica de la trashumancia ovina. En este territorio, la minería ha sido un recurso económico de gran importancia desde época inmemorial y se pueden encontrar al menos dos explotaciones prerromanas y cierto número de minas que extraían cobre, níquel, cobalto y villamaninita. Por su parte, la gastronomía de su territorio se basa en la elaboración de guisos, asados y cocidos, con una clara influencia de la tradición pastoril en platos como las migas y la caldereta de cordero.

La Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga es, sin duda, un paraje donde la naturaleza de lo salvaje se refleja en cada uno de los rincones. El viaje aún no termina. Aún queda mucho León por descubrir.

5 RUTAS DE SENDERISMO POR LOS BOSQUES DE LEÓN

León, nunca mejor dicho, ¡se conoce paso a paso! Esta provincia te propone 5 rutas de senderismo para disfrutar del otoño en todo su esplendor: Los hayedos en Picos de Europa, el sabinar de Crémenes, el hayedo de Valporquero, los castaños de Las Médulas y el sabinar de Mirantes de Luna. La magia otoñal de sus bosques te invita a sumergirte en los parques nacionales, regionales y en los bosques más hermosos de este destino para descubrir un León diferente y un nuevo paisaje en cada esquina. Una nueva aventura repleta de tonos ocres y aromas a pura naturaleza.

La magia del otoño existe y no hace falta irse muy lejos para encontrarla. La provincia de León está repleta de bosques con duende, con ese ‘algo especial’ que lo inunda todo de colores ocre, dorado y aroma a naturaleza. Entornos privilegiados donde a cada paso, encuentras un paisaje diferente y te ofrecen espacios perfectos para practicar senderismo. El otoño en León se vive paso a paso.

Hayedos en Picos de Europa

Por su belleza natural, sus inconfundibles cumbres de roca caliza y el entorno privilegiado que guarda el interior de sus bosques, el Valle de Sajambre es espectáculo para los sentidos en la época otoñal. Está ubicado en el corazón del Parque Nacional de Picos de Europa y a su paso, regala auténticos tesoros de la naturaleza como los hayedos de Soto de Sajambre y Vegabaño. No hay truco en los colores, el arcoíris otoñal se encuentra en este rincón de la provincia de León y la mejor manera de descubrirlo es a través de sencillas rutas dispuestas a lo largo de este territorio.

Sabinar de Crémenes

Como si de un cuento de hadas se tratase, este entorno natural está compuesto de troncos retorcidos y agrietados de hoja perenne, siempre verde. Se ubica en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, en su vertiente sur y muy cerca del embalse de Riaño. Un bosque muy singular que bien podríamos denominarlo ‘reliquia’, ya que se trata de un reducto de los bosques que poblaban la Tierra en el Cuaternario. Este bosque de sabinas se encuentra situado entre las poblaciones de Las Salas y Crémenes, en una ladera caliza donde se pueden observar los ejemplares a la perfección a través de sus diversas rutas de senderismo.

Hayedo de Valporquero

Uno de los hayedos más conocidos de la provincia, muy próximo a la famosa Cueva de Valporquero, la segunda catedral más importante de León, siendo esta construida íntegramente por las manos de la naturaleza. Pasear por este hayedo nunca decepciona, un ejemplo perfecto de la belleza leonesa en otoño que se puede combinar a la perfección con una visita a las Hoces de Vegacervera. El paseo está completamente señalizado y adaptado para que todos los públicos puedan disfrutar de este entorno natural privilegiado.

Los castaños de Las Médulas

El yacimiento romano de Las Médulas esconde un tesoro más que, aun no tener relación con la extracción de oro, brilla por sí mismo gracias a su valor natural. Se trata de los castaños centenarios de Las Médulas, una ruta de senderismo donde cada árbol, tronco y cada castaño retorcido es una obra de arte en sí misma. Una belleza que se puede descubrir de una manera muy sencilla y para toda la familia, a través de la Senda de las Valiñas.

 

Sabinar de Mirantes de Luna

Nos transportamos al Parque Natural de Babia y Luna para conocer otro tesoro de la naturaleza que en otoño adquiere una esencia especial. Un viejo bosque de árboles retorcidos que fueron capaces de adaptarse al medio y echar raíces sobre la roca caliza. El acceso directo al Sabinar de Mirantes de Luna se puede hacer desde varios puntos a lo largo de la carretera que une las localidades de Mirantes y Miñera de Luna junto al embalse de los Barrios de Luna. También se puede obtener magníficas vistas de su conjunto desde varios miradores naturales habilitados junto a la presa. La belleza paisajística de esta zona es única.

El otoño en León es pura magia, belleza en cada rincón y mil y una opciones de senderismo. El calendario indica que es hora de poner en marcha la siguiente aventura y el destino está claro: la provincia de León.

La Ruta del Vino de Rioja Alavesa, donde el paisaje se vive

Llegar a un territorio donde la naturaleza se convierte en el mejor fondo para las historias, hilo conductor de aventuras y digna protagonista de las visitas. Así es la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, donde sus impresionantes paisajes quedan para siempre marcados en el corazón. Un espacio donde las grandes llanuras, plagadas de los mares de viñedos de la comarca, contrastan con la naturaleza más salvaje presente por el río Ebro y la Sierra de Toloño, y que ofrecen al visitante un contraste perfecto para sumergirse en un entorno natural del que enamorarse. Un lugar donde las experiencias que se pueden vivir se cuentan a pares, y que ahora puedes adquirir sin tener que salir de casa gracias a Visit Rioja Alavesa.

La Ruta del Vino de Rioja Alavesa es ese lugar en el mundo donde todo es posible. Un espacio en donde la cultura, la naturaleza y la historia se dan la mano creando una conjugación perfecta y creando un paisaje que enamora. Llegar a la comarca es sumirse en sus mares de viñedos, que llegan hasta donde alcanza la vista, toparse con sus innovadoras bodegas, que contrastan perfectamente con los pueblecitos medievales que han visto su crecimiento y desarrollo, añada tras añada. Es llegar a un lugar donde la naturaleza se convierte en la protagonista del paisaje, de historias, de memorias que se guardan para siempre en el corazón.

Cercada por el río Ebro al sur y por el macizo de la Sierra de Toloño al norte, Rioja Alavesa permite sumergirse por completo en un entorno natural, al tiempo que se recorre, de villa en villa, un sinfín de lugares que marcan para siempre el corazón. Y para recorrerlos, nada mejor que seguir algunas de las rutas senderistas más interesantes que recorren la comarca: la GR99 o Camino Natural del Ebro, la Ruta del Vino y del Pescado o GR 38 y el Camino Ignaciano o GR 120, así como otras rutas que parten desde los municipios.

Gracias a sus características, la Ruta del Vino de Rioja Alavesa se convierte en el epicentro de actividades ideal para todos aquellos que quieran disfrutar al completo de la experiencia. Ya sea acercándose al Ebro a practicar deporte, subir hasta los imponentes miradores de la Sierra de Toloño, o simplemente dejándose llevar entre viñedos, conociendo los secretos de los vinos que emanan de esta tierra, y sorprendiéndose por los contrastes entre villas y bodegas, todo viajero encontrará su plan ideal en plena naturaleza de la mano de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa.

Para que encontrar esta experiencia sea todavía más sencillo, la Ruta ha apostado por la creación del portal Visit Rioja Alavesa, donde los viajeros pueden conocer, de primera mano y sin tener que salir de casa, el sinfín de oportunidades que tienen de disfrutar del territorio antes de haber llegado. “Camina entre un infinito mar de viñedos”, “A través del Ebro” o “Los balcones” son solo algunas de las experiencias que disfrutar gracias al portal. Y es que ya no quedan excusas para sumergirse en un entorno completamente natural como el de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa y no disfrutarlo intensamente.

Puedes consultar todas las experiencias en visitriojaalavesa.com

Para más información, rutadelvinoderiojaalavesa.com