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San Valentín con SmartRental: siempre nos quedará… ¡Madrid!

La mítica frase de Humprhey Bogart a Ingrid Bergman en ‘Casablanca’ –cambiando París por Madrid– bien podríamos extrapolarla para definir lo que podría suponer una romántica escapada a la Capital en el ‘Día de los Enamorados’. Porque Madrid es una perfecta y mágica fusión de historia y romanticismo, con lugares para olvidarse del mundo y del tiempo paseando junto a la persona amada: Jardines de Sabatini, Parque del Retiro, Templo de Debod, Real Jardín Botánico… Y para rematar la velada en la intimidad, un emplazamiento premium como el que ofrece SmartRental Collection Gran Via Centric donde, además, compartir la última copa en el Ella Sky Bar de su azotea, contemplando las estrellas. Porque de Madrid… ¡al cielo!

 

Se acerca San Valentín, esa fecha que todas las parejas tienen marcada en rojo y con un corazón en el calendario; la de compartir el Día de los Enamorados con la persona amada. Pero… ¿Cómo? ¿Dónde? En un destino que reúna todo lo que una pareja pueda soñar para dar rienda suelta a sus sentimientos. Un lugar… ¡Como Madrid!

 

Argumentos envueltos en sensorial romanticismo no le faltan a la Capital de España para una escapada inolvidable, de esas que siempre se recordarán. Porque olvidarse por unos días del estrés de la vida cotidiana para centrarnos únicamente en algo tan sencillo pero tan emotivo como pasear cogidos de la mano de la persona amada forma parte de la esencia de San Valentín. Y Madrid está lleno de lugares para ello. Empezando por el mítico Parque del Retiro, con sus jardines, su rosaleda, su Palacio de Cristal o ese gran estanque por el que navegar remando, junto al Monumento a Alfonso XII. Pero hay más: los Jardines de Sabatini, antesala del Palacio Real; el Real Jardín Botánico, con su Paseo de los Olivos; el Templo de Debob, que nos lleva en sueños al Egipto faraónico…

 

 

Pero Madrid propone también un paseo por la historia, la que destila su Plaza Mayor, la Puerta del Sol, la Catedral de la Almudena, los barrios de La Latina o Malasañao su imponente Gran Vía. Y justo allí, en el corazón de la Capital, en el nº 42, el lugar ideal para disfrutar de esa escapada de enamorados: SmartRental Collection Gran Via Centric. Un conjunto de apartamentos de una y dos habitaciones, cocina totalmente equipada e incluso terraza sobre la propia Gran Vía. El lugar donde descansar entre paseo y paseo, o donde desayunar, almorzar o cenar en la más estricta intimidad y sin ataduras de horarios. Porque preparar juntos una romántica cena puede ser también una excelente forma de compartir esa experiencia que quizá no solemos realizar en nuestra vida cotidiana.

 

 

Y como guinda, sin salir del edificio, subir al Ella Sky Bar, rooftop inspirado en el glamour de los años 50, con vistas 360º sobre Madrid y amenizado con música, para compartir una copa admirando la plaza del Callao, la propia Gran Via… o alzando la vista para contemplar el cielo estrellado. Y cual si fuerais Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, susurraros al oído: Siempre nos quedará… ¡Madrid!

 

                                                                         Más información y reservas smartrentalcollection.com

Un San Valentín romántico regalando… ¡Roses!

 

A tres semanas vista del Día de los Enamorados, ¿con qué obsequiar a la persona amada? Un regalo ‘material’ como resulta ser lo habitual… ¿o sorprenderla con uno experiencial? Una romántica escapada a un lugar especial; que permita relajados paseos por la naturaleza inhalando la más pura esencia mediterránea; que proponga un emocional viaje al pasado a través de joyas patrimoniales; que deleite al paladar con exquisita gastronomía y productos de proximidad; que enamore con las más románticas puestas de sol desde una majestuosa bahía… ¿Y si además tiene nombre de flor? Por San Valentín, en lugar de regalar rosas… ¡regalar Roses!

 

     Al norte de la Costa Brava catalana, agazapada en una majestuosa bahía –integrada, además, en la Asociación de bahías más bellas del mundo, como la de San Francisco– Roses destila el mismo aroma romántico que propone su propio nombre de flor. Y en una fecha tan especial como el Día de los Enamorados, anima las parejas a disfrutar de sus muchos encantos en una romántica escapada; de esas que jamás se olvidan.

 

Por la mañana, para empezar, nada mejor que disfrutar de la naturaleza con un relajante paseo por sus Caminos de Ronda que serpentean la recortada Costa Brava permitiendo descubrir recónditas y solitarias calas, como Murtra, Pelosa, Rustella, Joncols… O practicar senderismo en el Parque Natural de Cap de Creus, al encuentro de su magnético y cinematográfico faro: el mismo donde Kirk Douglas y Yul Brynner rodaron hace medio siglo la película ‘La luz del fin del mundo’

 

Tras ese ejercicio matinal que –a buen seguro– habrá abierto el apetito, a mediodía nada mejor que sentarse a la mesa para degustar la sabrosa gastronomía rosense. Y ahora que es temporada, ¿qué tal unos deliciosos erizos de mar? O un reconfortante Suquet de peix, el plato estrella de la localidad; un antiguo y sencillo guiso de pescadores reconvertido hoy día en excelso manjar. Todo ello, perfectamente maridado con los excelentes vinos de la D.O. Empordà, en la que Roses está integrada.

 

     Por la tarde, un poco de cultura viajando al pasado a través de dos joyas patrimoniales: la Ciutadella, que alberga restos arqueológicos de las culturas griega y romana, además de medievales; o el Castillo de la Trinitat, un fortín de artillería del siglo XVI que sorprende por su recreación didáctica en imágenes 3D.

 

 

Y como antesala de la más romántica velada, un paseo al atardecer por esa bahía infinita desde la que inhalar la más pura esencia del Mediterráneo admirando el mágico espectáculo natural de la puesta de sol abrazados a la persona amada.

 

Un San Valentin inolvidable… ¡En Roses!

 

 

Más Información: http://ca.visit.roses.cat

11 pistas para una ‘Ruta Histórico-Industrial’ en León

 

Esta interesante Ruta será presentada en el marco de FITUR 2022, el jueves 20 de enero, a las 13:00h, en el Stand de la Junta de Castilla y León ubicado en el Pabellón 9 de IFEMA

 

La provincia de León es naturaleza en estado puro –con joyas como Las Médulas o los Ancares– pero atesora, paralelamente, un patrimonio industrial de primer nivel que ha dejado profunda huella en su historia, vinculada a la minería, la siderurgia o el ferrocarril. ¿Cómo descubrirlo y admirarlo? A través de ‘Del gris al negro, Ruta Histórico-Industrial en León’, periplo circular con inicio y fin en León que propone un apasionante viaje en el tiempo. Museos, pozos y poblados mineros, explotaciones auríferas, estaciones férreas… son las mejores huellas de una tierra con carácter y de un pasado que vale la pena conocer, diseminado por localidades como Cistierra, Sabero, Villablino, Fabero, Villafranca del Bierzo, Ponferrada o Brañuelas. Estas son las 11 pistas para sumergirse en él y disfrutarlo, en cualquier época del año. ¿Preparados?

 

No hace falta cruzar el mundo para realizar una gran ruta; de esas que dejan un recuerdo inolvidable en quienes la emprenden. Porque hay rutas que son verdaderas experiencias emocionales que llegan hasta lo más profundo del corazón. Y el mundo espera al visitante mucho más cerca de lo que este imagina: En León. De este a oeste, la provincia leonesa es un auténtico lienzo de colores en el que las mejores historias se escriben en tonos negros y grises. Un mundo de metales, minería e industria donde del negro nace la luz más brillante… y del gris, el poder y la fuerza. Estas son las 11 escalas de la Ruta Histórico-Industrial en León; del gris al negro…

 

1– León: Estación del Norte… y Estación de Matallana. La capital provincial es el punto de inicio y también el final de esta Ruta circular. Y ningún arranque mejor que visitar la Estación del Norte, que data de 1863 y, durante años, fue la principal de la cuidad. De arquitectura impresionante, con elementos del llamado «secesionismo» vienés, destaca por su majestuosa marquesina de acero roblonado que cubre los andenes, con todas sus piezas unidas con remaches, sin un solo tornillo, como la torre Eiffel parisina. Sin duda, una de las más bellas de España. Cerrada al tránsito ferroviario en 2011, desde 2017 ha sido remodelada para acoger de nuevo servicios. Otra visita obligada es la Estación de Matallana (o del Hullero). Esta estación tiene su origen en la línea ferroviaria de línea estrecha que conectaba las cuencas de carbón leonesas con las acerías del País Vasco desde 1894. En la construcción del ramal de ferrocarril que unió la capital con La Robla, en 1923, tiene su origen esta estación, iniciándose desde ese momento el transporte de pasajeros de León a Bilbao.

 

          2– Cistierna: Museo del Ferroviario. Situado en la montaña oriental leonesa, la historia de este pueblo cambió en 1894 al inaugurarse la línea férrea que unía La Robla con Balmaseda, convirtiendo su estación en un importante núcleo ferroviario. De ello da fe este museo ubicado en el antiguo economato del ferrocarril, que cuenta con tres salas. La primera muestra un interesante conjunto de objetos: gorras, ollas ferroviarias, briquetas, recreación de la oficina del Jefe de estación… La segunda es una sala de audiovisuales, con fotos y una proyección sobre los más de 100 años de vida del Ferrocarril Hullero. Y la tercera, un taller que cobija antigua maquinaria. https://bit.ly/3qWSnNm

 

 

3– Sabero: Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León. Ubicado en el valle del mismo nombre, este pueblo leonés cobija como gran joya patrimonial este museo que es una auténtica ‘Catedral del Hierro’, en lo que fue la Ferrería de San Blas: una imponente nave de ladrillo que albergó la lonja que hizo posible la primera industria siderúrgica de España, en 1846. El museo consta de diversas áreas, entre ellas la de las materias primas y el Alto Horno de Cok, de 16 m de altura y 2,24 m de diámetro. https://bit.ly/3nxZV8z . En Sabero también pueden visitarse dos pozos: La Herrera I (1912) y La Herrera II o ‘Pozo Sotillos’ (1945), con su emblemático ‘castillete’, que funcionó hasta 1991.

 

        4– La Pola de Gordón (Ciñera): Pozo Ibarra. Esta localidad de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga presume de un conjunto industrial en torno a este pozo (inaugurado en 1930 y en uso hasta 1997) que destaca por su ‘castillete’ y el ascensor de bajada a la mina; una estructura de hierro característica del siglo XIX que le otorga singularidad arquitectónica. La torre, de 31,5 m, está compuesta por cuatro columnas divididas en siete tramos. https://bit.ly/3Fc10Zw

 

5– Villablino: Ponfeblino y Pozo María. Situado en la comarca leonesa de Laciana, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, este pueblo ofrece al visitante descubrir un tren minero histórico, Ponfeblino, que unía esta localidad con la de Ponferrada. Y también atesora una importante huella patrimonial minera, el Pozo María (en proceso de rehabilitación), como memoria histórica del pasado carbonífero.

 

          6– Fabero: Pozo Julia. Esta pequeña localidad de la comarca de El Bierzo tiene como huella de su pasado minero este pozo vertical construido en 1947 y cerrado en 1991, que suposo la primera implantación en España del sistema de arranque mediante cepillo (maquinaria moderna de avanzada tecnología). El pozo constaba de un ‘castillete’ de tres plantas y alcanzaba los 275 m de profundidad, en torno al cual articula un espacio museístico con un recorrido por 14 zonas bien señalizadas, entre ellas: la lampistería, el vestuario de los mineros, las duchas, la zona de vigilantes, la de compresores, la de máquinas el lavadero, el barrenista o la mina. https://bit.ly/3r7pnCH

 

          7– Villafranca del Bierzo: Real Fábrica de Hierro. Conocida como la ‘Pequeña Compostela’, la capital de esta histórica comarca atesora, en un paisaje excepcional de singular belleza, los restos de lo que fue la Real Fábrica de Hierro. Construida entre 1805 y 1808, las instalaciones surtieron de metal, durante años, a las fábricas de armamento de Asturias. Con la irrupción de las tropas napoleónicas en Villafranca del Bierzo (4 de enero de 1809) la fábrica fue saqueada y quedó inutilizada. Hoy día se pueden visitar las antiguas instalaciones, ubicadas muy cerca de las minas romanas de oro de La Leitosa.

 

8– Corullón: Poblado Minero de La Piela. Otra pequeña localidad de la comarca de El Bierzo cuyo legado de su pasado minero es un poblado construido en 1952, a los pies de la Peña del Seo, para la extracción del wolframio (conocido como ‘oro negro’) en una mina ubicada unos metros más arriba de este asentamiento. La mina cerró en 1958 pero este poblado es de gran valor patrimonial.

 

9– Toral de los Vados: Museo del Ferrocarril. Sin dejar El Bierzo, esta pequeña localidad estrenó en 2011 un Centro de Interpretación del Ferrocarril –en su estación– que refleja la importancia de la llegada del tren a la comarca desde finales del siglo XIX. Consta de tres plantas –con varias maquetas a escala y asientos de distintas épocas y clases en la zona de audiovisuales– que suponen un repaso a la historia de este medio de transporte que en 1885 vio cómo pasaban por la localidad tres trenes: uno Mixto (viajeros y mercancías), un Correo (hasta León capital) y un Expreso. Por sus vías también transitaron míticas locomotoras de vapor como Mikado, Mastodonte, Santa Fe o Pacífic. Un centenario ferrocarril de 9 km unía Toral de los Vados con Villafranca del Bierzo.

        10– Ponferrada: Museos del Ferrocarril y de la Energía. Esta localidad, capital de El Bierzo, también atrae al visitante por su pasado industrial. De él da fe el Museo del Ferrocarril (https://bit.ly/34wbRAN), en la antigua estación de vía estrecha Ponferrada-Villablino. Lo más destacado es su colección de locomotoras, como la English Electric 7766 o la Mikado 141-F-2346, declaradas Bien de Interés Cultural. Otro importante espacio es La Fábrica de Luz -Museo de la Energía (https://bit.ly/31HCgdU), ubicado en la antigua central térmica de la Minero Siderúrgica de Ponferrada, que funcionó entre 1920 y 1971. En él muestran cómo se producía la electricidad a partir del carbón a principios del pasado siglo, que fue el motor de cambio del territorio y de sus habitantes. Y como guinda, una visita a la Herrería de Compludo (https://bit.ly/3f7pLLE), de la que se conservan la parte del mazo, movido por una rueda hidráulica, y la fragua, fieles huellas de la actividad siderúrgica en la Edad Media.

 

11– Brañuelas: Museo del Ferrocarril. Esta localidad de La Cepeda atesora también un museo ferroviario que pone en valor la importancia que tuvo para su desarrollo minero. En él se exponen piezas que van desgranando los diferentes oficios vinculados al ferrocarril y una llamativa maqueta ferroviaria de 12 m2. https://bit.ly/31LgGW0

 

http://www.turisleon.com/es/

Castelló propone un 2022 con ‘mucho por compartir’

 

La capital de la Plana estará presente en FITUR (Pabellón 7 – Comunidad Valenciana) donde presentará sus grandes eventos y atractivos patrimoniales

 

Cuando un destino tiene mucha gastronomía, mucha cultura, mucha montaña y mucho mar, lo normal es querer compartirlo. Y esto es precisamente lo que pretende Castelló en 2022: compartir sus encantos, diversión y múltiples experiencias para que el visitante se sienta como en casa y solo se preocupe de disfrutar de lo que más le apetezca; tanto si viene buscando naturaleza, relax, buena cocina o cultura. Un referente mediterráneo en el que participar de grandes eventos como ‘Escala a Castelló’ -¡este año con 10 navíos históricos!– o las Fiestas de la Magdalena –muy controladas y seguras–; atractivos patrimoniales como su Ruta de la Cerámica… y todo lo que las familias puedan desear, en cualquier época del año. Porque Castelló lo quiere compartir todo.

 

 

Tras dos años difíciles para el turismo, arranca un 2022 en el que recuperar la ilusión por viajar, de forma segura pero con ganas de vivir, de sentir, de experimentar. Llega el momento de pensar en dónde ir un semana, un ‘puente’ o unas vacaciones, para romper por unos días la monotonía de nuestra vida cotidiana. Y FITUR, la gran Feria Internacional de Turismo –una de las más importantes del mundo– es el escaparate perfecto para ir cogiendo ideas, sensaciones; para ir planificando el lugar ideal donde compartir unos días en familia, en pareja o con amigos. Castelló se ha estado preparando a conciencia para recibirlos, con la calidez y hospitalidad que caracteriza a sus gentes… ¡y con mucho por compartir!

 

Porque Castelló es una ciudad con mucho encanto, donde quienes buscan una relajante escapada podrán disfrutar del Festival ‘Origen’, atardeceres de música y patrimonio natural junto al lago del parque Ribalta; o, en verano, del ciclo de autores ‘Novela, Historia y Playa’…

 

 

Porque Castelló ofrece mucha diversión, como la de compartir una atractiva caminata visitando el Parque Natural de la Magdalena donde está el Castell Vell (lugar donde se gestó la ciudad antes de su traslado en el siglo XIII al llano, a la plana); o tomar aire para sumergirse en el túnel del tiempo por la escalera de caracol -188 peldaños– que conduce a lo alto de El Fadrí, su torre-campanario medieval de 58 metros…

 

 

Porque Castelló propone múltiples experiencias: por tierra –descender a lo más profundo de su Refugio Antiaéreo–; por mar –deportes acuáticos en sus 4 kms de costa repartidos en tres playas, Del Pinar, Gurugú o Serradal–; ¡y por aire!, como saltos en paracaídas o vuelos en avioneta. También disfrutar de veladas musicales como ‘Nits a la Ermita de la Magdalena’… o degustar ese ‘arrocito de Castelló’ que polarizó El Último de la Fila en una de sus mejores canciones…

 

 

Un variado cóctel de emociones que fusiona sol, mar y montaña para disfrutar durante todo el año. Con citas puntuales que son toda una tentación para el viajero, como las Fiestas de la Magdalena (del 19 al 27 de marzo), las más importantes de la ciudad, que este año se adaptarán a todas las medidas sanitarias que garanticen la seguridad de los asistentes. O ‘Escala a Castelló’, que en su 5ª edición (del 21 al 25 de abril) batirá su récord de navíos participantes, con 10 embarcaciones históricas ancladas en el distrito marítimo del Grau, como espectacular icono de su gran Fiesta del Mar. ¿Preparados para compartir todo esto en Castelló?

 

 

Planifica tu escapada a Castelló en: https://www.castellonturismo.com

Formentera apuesta por la seguridad y la sostenibilidad en 2022

Así lo expondrá Alejandra Ferrer, Consellera de Turismo de Formentera, en el marco de FITUR, el jueves 20 de enero, a las 11:00 h, en la presentación conjunta de los cuatro Consells Insulares de las Islas Baleares (Pabellón 7)

 

La menor de las Pitiusas afronta 2022 bajo dos innegociables premisas que son las que le han permitido –en pleno siglo XXI– seguir siendo ‘el último paraíso del Mediterráneo’: la seguridad y la sostenibilidad. La primera es fundamental, en tiempos marcados por la pandemia, para garantizar lo que más ansía el turista a la hora de viajar. La segunda, una apuesta que la isla balear lleva en práctica desde hace más de una década para hacer compatible el turismo con la protección medioambiental y la calidad de vida. Y lo ha logrado con proyectos como ‘Formentera.eco’ –para regular y reducir la entrada de vehículos–, los puntos de recarga para coches eléctricos o el ‘Save Posidonia Project’, con el que protege su preciado tesoro submarino: la Posidonia oceánica. Porque la salvaje belleza que fascina a quienes la visitan cada año se mantiene inalterable gracias a que Formentera es ‘segura y sostenible’.

 

Sentido y sensibilidad. Más allá de sus connotaciones cinematográficas, ambos conceptos sirven para definir a la perfección por qué Formentera ha sabido mantener (casi) intacta su principal seña de identidad: naturaleza en estado puro. La menor de las Pitiusas es así de salvaje, tranquila y serena porque ha apostado por la sostenibilidad como factor clave para mantener ese equilibrio natural y emocional que cautiva al visitante. Por eso el 80% de su superficie –de unos 84 km2– está protegido.

 

 

El conocido como ‘último paraíso del Mediterráneo’ es también un auténtico ‘laboratorio de sostenibilidad’ ya que, debido a sus dimensiones, es factible poner en práctica proyectos que apuestan por la sostenibilidad. Y no solo medioambiental, sino también económica, social y cultural. Proyectos que, una vez probada allí su validez y efectividad, pueden ser transladados a otros destinos turísticos. Por eso en este 2022 ampliará los períodos en los que estará operativo el ‘Formentera.eco’, bajando por vez primera de 20.000 el número de vehículos permitidos en temporada alta y seguirá potenciando los puntos de recarga para coches eléctricos. También mantendrá otro de sus grandes proyectos, el Save Posidonia Proyect, que propone apadrinar su gran tesoro submarino, la Posidonia oceánica, el ser vivo más longevo de la Tierra y que oxigena sus aguas, dotándolas de ese único e inconfundible color ‘Azul Formentera’.

A destacar también que su apuesta por el turismo activo de naturaleza –gracias a sus 130 kms de rutas verdes divididos en 32 itinearios– fue especialmente tentadora para las amantes del cicloturismo como lo prueba que el pasado año creció en un 70% la presencia de ciclistas. O que su Ruta Birding, por el Camí des Brolls –senda de 4,4 kms que recorre el perímetro del Estany Pudent– tiene gran aceptación entre los amantes del turismo ‘slow’, posibilitando relajados paseos al compás de la celestial sinfonía de las aves.

 

 

Pero disfrutar de este paraíso sería inviable si no garantizara algo que –en tiempos de pandemia como los que vivimos desde hace un par de años– es absolutamente prioritario para el viajero: la seguridad. Ser conscientes que la escasa masificación, los espacios abiertos y los protocolos y medidas sanitarias que se van adoptando en función de la evolución de la pandemia son la mejor garantía de una estancia segura… en un paraíso sostenible.

 

Más información en: https://www.formentera.es

12 pistas para una escapada segura a Roses en 2022

 

A las puertas de 2022, ¿qué busca el viajero ávido de recuperar la ilusión? Ante todo, un destino que transmita seguridad y confianza, con espacios abiertos y amplios, rodeados de naturaleza, ideales para la desconexión. Un destino… ¡Como Roses! Esta localidad catalana, referente de la Costa Brava, atesora todo eso que busca el viajero para envolver y mimar una variada gama de atractivos patrimoniales, naturales y gastronómicos, en un entorno de playa y montaña. ¿Os atrevéis a descubrirlo… y disfrutarlo? Estas son las 12 pistas para lograrlo. Bienvenidos a un 2022 con aroma de rosas… ¡En Roses!

 

     1– La Ciutadella. Construida en el siglo XVI para proteger la villa de los ataques por mar, da la bienvenida al visitante. Un gigantesco museo al aire libre de 17 hectáreas que alberga 25 siglos de historia –desde el IV a.C.– con joyas arqueológicas de grandes civilizaciones como la griega o la romana, y de la Edad Media. En verano acoge el Festival Sons del Món.

 

2– Castillo de la Trinitat. Impresionante fortín de artillería del siglo XVI ubicado a 60 metros sobre el nivel del mar coronando la Punta de la Poncella, sobre el faro de Roses. Una obra de arte de la ingeniería militar, de estructura pentagonal, con tres terrazas para baterías de cañones a diferentes alturas. Una de ellas es ahora un espectacular mirador panorámico sobre la bahía. En 2019 estrenó una visita virtual con imágenes en 3D y recreación didáctica.

 

     3– Castrum Visigótico. Ubicado en la cima del Puig Rom, a unos 230 metros sobre el nivel del mar, era un poblado fortificado erigido en el siglo VII d.C, que constaba de dos torres cuadrangulares y una muralla con doble muro. Sus restos son de un gran valor arqueológico y desde él se disfruta de otra espectacular vista panorámica de Roses y su bahía.

 

     4– Conjunto Megalítico. Integrado por dólmenes, menhires, cistas e insculturas, protegidas como Bien Cultural de Interés Nacional, que transportan a un apasionante viaje en el tiempo: a tres milenios a.C. Su joya es el dolmen de la Creu d’en Cobertella, el más grande de Cataluña. Un sepulcro construido sobre 7 inmensos bloques de piedra y una losa que lo cubre de 18 toneladas. Hay 3 rutas que pueden seguirse con códigos QR.

 

     5– Bahía de Roses. Integrada desde 2012 en la exclusiva Asociación de Bahías más Bellas del Mundo (apenas una cuarentena), tiene unos 60 km de playas y calas en sus cuatro municipios: Castelló d’Empúries-Empuriabrava, Sant Pere Pescador, L’Escala-Empúries y Roses. En primavera y otoño ofrecen la sugestiva campaña ‘Siente la bahía’, con ocho experiencias de naturaleza y turismo activo; y ocho de salud y bienestar, respectivamente.

 

     6– 9 playas y 7 calas. Suponen el imán veraniego de Roses que la convierte en referente de la Costa Brava. Las hay para todos los gustos: largas y urbanas, como El Rastrell, La Nova o La Punta; urbanizadas, como Canyelles Petites o la Almadrava; y solitarias y recónditas, como Murtra, Rostella, La Pelosa, Joncols… o la mítica Cala Montjoi, que durante años acogió a El Bulli, restaurante que Ferran Adrià llevó a la cima de la cocina mundial.

 

     7– Núcleo Histórico y refugio antiaéreo. Cobija la esencia de una villa medieval que fue creciendo en el arrabal de la Ciutadella durante el siglo XVIII alrededor de la iglesia de Santa María. Con diversos edificios neoclásicos y modernistas en su entrada, una plaza de la Pau, dedicada a la memoria histórica de la Guerra Civil Española, y un refugio antiaéreo construido entre 1937-38, de 100 m de longitud, 1 m de anchura y 1,90 m de altura que puede visitarse.

 

     8– Puerto Pesquero… y deportivo. Sus orígenes se remontan al año 218 a.C. y es uno de los tres más importantes de Cataluña. De él parten a diario las embarcaciones que luego nutren a la localidad de materia prima para sus platos. Todos los viernes, a las 16:30 h, hay visitas guiadas a este puerto, incluyendo la subasta de pescado. Roses también atesora un puerto deportivo que da servicio a 485 embarcaciones, de las cuales 374 son amarres fijos.

 

     9– Caminos de Ronda. Son senderos que antiguamente utilizaban los turnos de guardia que patrullaban por la línea de costa para vigilar el contrabando y tránsito de embarcaciones. Una manera de hacer senderismo admirando los rincones de la Costa Brava. Está dividido en tres tramos: Del Faro de Roses a la Almadrava (4,5 km), de la Almadrava a Cala Montjoi (4,5 km) y de Cala Montjoi hasta Cadaqués (10 km, por el GR92).

 

10– Parque Natural de Cap de Creus. Reconocido así hace dos décadas, consta de 13.844 hectáreas –terrestres y marítimas– de gran biodiversidad… y un majestuoso monasterio: Sant Pere de Rodes. A solo 6 km del centro de Roses, está dividido en 3 parajes terrestres –ideales para rutas senderistas y cicloturistas– y una reserva marina. Es el primer lugar de la Península Ibérica por donde sale el sol y su faro fue inmortalizado por Hollywood hace medio siglo en el filme ‘La luz del fin del mundo’, con Kirk Douglas y Yul Brynner.

 

     11– Parque Natural dels Aiguamolls del Empordà. 24 km al sur de Roses y creado en 1983. Consta de 4.722 hectáreas y es el segundo humedal más importante de Cataluña después del Delta del Ebro. Refugio de más de 300 aves migratorias que se pueden admirar desde diversos miradores repartidos a lo largo de 9 rutas bien señalizadas.

 

     12– Gastronomía. Su plato estrella es el Suquet de Peix, un antiguo guiso de pescadores convertido ahora en excelso manjar. Pero la cocina rosense es rica y variada, con pescado y marisco fresco, excelentes productos de la huerta, miel, anchoas y carne de calidad. Todo ello, maridado con los vinos de la DO Empordà, en la que está integrada. Y a lo largo del año, Roses ofrece diversas citas culinarias como la Ruta de Tapas y Vino DO Empordà (marzo-abril), la Muestra del Vino DO Empordà (abril), la Feria de la Rosa (mayo-junio), Feria de la Cerveza Artesana (octubre) o las Jornadas del Suquet de Peix (octubre), entre otras.

  Más Información: http://ca.visit.roses.cat