A las puertas de 2022, ¿qué busca el viajero ávido de recuperar la ilusión? Ante todo, un destino que transmita seguridad y confianza, con espacios abiertos y amplios, rodeados de naturaleza, ideales para la desconexión. Un destino… ¡Como Roses! Esta localidad catalana, referente de la Costa Brava, atesora todo eso que busca el viajero para envolver y mimar una variada gama de atractivos patrimoniales, naturales y gastronómicos, en un entorno de playa y montaña. ¿Os atrevéis a descubrirlo… y disfrutarlo? Estas son las 12 pistas para lograrlo. Bienvenidos a un 2022 con aroma de rosas… ¡En Roses!
1– La Ciutadella. Construida en el siglo XVI para proteger la villa de los ataques por mar, da la bienvenida al visitante. Un gigantesco museo al aire libre de 17 hectáreas que alberga 25 siglos de historia –desde el IV a.C.– con joyas arqueológicas de grandes civilizaciones como la griega o la romana, y de la Edad Media. En verano acoge el Festival Sons del Món.
2– Castillo de la Trinitat. Impresionante fortín de artillería del siglo XVI ubicado a 60 metros sobre el nivel del mar coronando la Punta de la Poncella, sobre el faro de Roses. Una obra de arte de la ingeniería militar, de estructura pentagonal, con tres terrazas para baterías de cañones a diferentes alturas. Una de ellas es ahora un espectacular mirador panorámico sobre la bahía. En 2019 estrenó una visita virtual con imágenes en 3D y recreación didáctica.
3– Castrum Visigótico. Ubicado en la cima del Puig Rom, a unos 230 metros sobre el nivel del mar, era un poblado fortificado erigido en el siglo VII d.C, que constaba de dos torres cuadrangulares y una muralla con doble muro. Sus restos son de un gran valor arqueológico y desde él se disfruta de otra espectacular vista panorámica de Roses y su bahía.
4– Conjunto Megalítico. Integrado por dólmenes, menhires, cistas e insculturas, protegidas como Bien Cultural de Interés Nacional, que transportan a un apasionante viaje en el tiempo: a tres milenios a.C. Su joya es el dolmen de la Creu d’en Cobertella, el más grande de Cataluña. Un sepulcro construido sobre 7 inmensos bloques de piedra y una losa que lo cubre de 18 toneladas. Hay 3 rutas que pueden seguirse con códigos QR.
5– Bahía de Roses. Integrada desde 2012 en la exclusiva Asociación de Bahías más Bellas del Mundo (apenas una cuarentena), tiene unos 60 km de playas y calas en sus cuatro municipios: Castelló d’Empúries-Empuriabrava, Sant Pere Pescador, L’Escala-Empúries y Roses. En primavera y otoño ofrecen la sugestiva campaña ‘Siente la bahía’, con ocho experiencias de naturaleza y turismo activo; y ocho de salud y bienestar, respectivamente.
6– 9 playas y 7 calas. Suponen el imán veraniego de Roses que la convierte en referente de la Costa Brava. Las hay para todos los gustos: largas y urbanas, como El Rastrell, La Nova o La Punta; urbanizadas, como Canyelles Petites o la Almadrava; y solitarias y recónditas, como Murtra, Rostella, La Pelosa, Joncols… o la mítica Cala Montjoi, que durante años acogió a El Bulli, restaurante que Ferran Adrià llevó a la cima de la cocina mundial.
7– Núcleo Histórico y refugio antiaéreo. Cobija la esencia de una villa medieval que fue creciendo en el arrabal de la Ciutadella durante el siglo XVIII alrededor de la iglesia de Santa María. Con diversos edificios neoclásicos y modernistas en su entrada, una plaza de la Pau, dedicada a la memoria histórica de la Guerra Civil Española, y un refugio antiaéreo construido entre 1937-38, de 100 m de longitud, 1 m de anchura y 1,90 m de altura que puede visitarse.
8– Puerto Pesquero… y deportivo. Sus orígenes se remontan al año 218 a.C. y es uno de los tres más importantes de Cataluña. De él parten a diario las embarcaciones que luego nutren a la localidad de materia prima para sus platos. Todos los viernes, a las 16:30 h, hay visitas guiadas a este puerto, incluyendo la subasta de pescado. Roses también atesora un puerto deportivo que da servicio a 485 embarcaciones, de las cuales 374 son amarres fijos.
9– Caminos de Ronda. Son senderos que antiguamente utilizaban los turnos de guardia que patrullaban por la línea de costa para vigilar el contrabando y tránsito de embarcaciones. Una manera de hacer senderismo admirando los rincones de la Costa Brava. Está dividido en tres tramos: Del Faro de Roses a la Almadrava (4,5 km), de la Almadrava a Cala Montjoi (4,5 km) y de Cala Montjoi hasta Cadaqués (10 km, por el GR92).
10– Parque Natural de Cap de Creus. Reconocido así hace dos décadas, consta de 13.844 hectáreas –terrestres y marítimas– de gran biodiversidad… y un majestuoso monasterio: Sant Pere de Rodes. A solo 6 km del centro de Roses, está dividido en 3 parajes terrestres –ideales para rutas senderistas y cicloturistas– y una reserva marina. Es el primer lugar de la Península Ibérica por donde sale el sol y su faro fue inmortalizado por Hollywood hace medio siglo en el filme ‘La luz del fin del mundo’, con Kirk Douglas y Yul Brynner.
11– Parque Natural dels Aiguamolls del Empordà. 24 km al sur de Roses y creado en 1983. Consta de 4.722 hectáreas y es el segundo humedal más importante de Cataluña después del Delta del Ebro. Refugio de más de 300 aves migratorias que se pueden admirar desde diversos miradores repartidos a lo largo de 9 rutas bien señalizadas.
12– Gastronomía. Su plato estrella es el Suquet de Peix, un antiguo guiso de pescadores convertido ahora en excelso manjar. Pero la cocina rosense es rica y variada, con pescado y marisco fresco, excelentes productos de la huerta, miel, anchoas y carne de calidad. Todo ello, maridado con los vinos de la DO Empordà, en la que está integrada. Y a lo largo del año, Roses ofrece diversas citas culinarias como la Ruta de Tapas y Vino DO Empordà (marzo-abril), la Muestra del Vino DO Empordà (abril), la Feria de la Rosa (mayo-junio), Feria de la Cerveza Artesana (octubre) o las Jornadas del Suquet de Peix (octubre), entre otras.
Más Información: http://ca.visit.roses.cat
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