Más de 1.500 yacimientos arqueológicos en apenas 700 km2 dan idea de la importancia de la cultura talayótica menorquina. Y en especial de la taula, monumento único en el mundo
Navetas, talaiots, taulas, poblados y necrópolis constituyen la esencia de la cultura talayótica, una de las principales señas de identidad de Menorca y que nos remiten a la prehistoria de la isla. Un conjunto de monumentos construidos entre dos milenios: del año 2.300 a.C. hasta la conquista romana en el 123 a.C. Más de 1.500 yacimientos diseminados a lo largo de todo el territorio pero perfectamente integrados en el paisaje menorquín. De ellos destacan una decena, ideales para descubrir esta cultura y admirarla relajadamente tras los chapuzones en las mil y una playas y calas de esta isla balear, Reserva de la Biosfera.
En Menorca el paisaje tiene un elemento natural que entronca con su cultura e historia: las piedras. Ellas son la materia prima de un patrimonio arqueológico de incalculable valor e único en el mundo, que supone el más fiel testimonio de los primeros moradores de la isla, cuyos vestigios más remotos nos llevan a un viaje de regreso al pasado de más de cuatro milenios: hasta el año 2.100 antes de Cristo.
Las navetas funerarias, construcciones para enterramientos colectivos en forma de nave invertida; los poblados de navetas domésticas y los poblados con espacios de habitación con diferentes estructuras arqueológicas como los talaiots, torres troncocónicas destinadas a la vigilancia y como hito en el territorio; los recintos de taula, que tenían asignada una función ritual y en cuyo interior se ubica una estructura formada por una columna y un capitel en forma de T; o los enterramientos en cuevas, generalmente en barrancos, llegando a crear auténticas necrópolis, constituyen la base de la llamada cultura talayótica, una de las principales señas de identidad culturales de Menorca.
De los más de 1.500 yacimientos arqueológicos diseminados por los 700 km2 de superficie que tiene la isla hay una de decena de ellos imprescindibles para descubrir y admirar la más pura esencia de la Menorca prehistórica.
1–Naveta des Tudons. A 9 kms de Ciudadela. Es el auténtico icono de la cultura talayótica menorquina gracias al excelente estado de conservación con el que ha llegado a nuestros días como a sus características tipológicas, que lo convierten en una construcción única en el mundo. Un tipo de tumba que solo se encuentra en esta isla. En su interior se hallaron restos de más de un centenar de individuos, junto con ajuares y pequeños recipientes de cerámica donde se depositaban las ofrendas. Fue construida uniendo piedras de dimensión media encajadas en seco, sin mortero.
2–Torre d’en Galmés. En la carretera de Alaior a Son Bou. El poblado talayótico mejor conservado de Menorca, con sus 5 hectáreas, ubicado sobre una colina desde la que se domina la zona sur de la isla. De entre sus numerosas casas la más monumental es la conocida como ‘Círculo Cartailhac’. También puede admirarse su sistema de recogida de agua de lluvia, con aljibes de diferentes dimensiones. Asimismo destaca por su alto grado de conservación una de las salas hipóstilas utilizadas como almacén y varias cuevas con diferentes usos. Antes de llegar al poblado se halla el Centro de Interpretación, que recrea con imágenes y objetos la vida en el poblado.
3–Poblado talayótico de Trepucó. Unos 2 kms al sur de Maó. Uno de los más grandes de la isla. Se conservan dos talayots, una parte de la muralla con dos torres cuadradas, restos de viviendas y uno de los más monumentales recintos de taula de la isla. El talayot mayor y la taula se localizan en el centro de una fortificación de planta en forma de estrella, construida en el s. XVIII.
4–Talatí de Dalt. Por un desvío a 4 kms de Maó en la carretera principal que lleva a Ciudadela. Poblado talayótico con uno de los recintos de taula más monumentales y bellos de la isla. Tiene una configuración muy particular porque una columna y su capitel se apoyan sobre el lateral de la T central, caídos accidentalmente. También destaca su conjunto de casas que conservan su cubierta de losas colocadas de forma radial, sustentadas por columnas.
5–Torralba d’en Salort. Por la carretera de Alaior a Cala’n Porter. Poblado prehistórico en el que se encuentra el recinto de taula mejor conservado de la isla, con una T que alcanza los 5 metros de altura, además de un hipogeo, una sala hipostila y restos de talayots y otros elementos.
6–Necrópolis de Calescoves. En la carretera de Sant Climent a Cala’n Porter. Espectacular conjunto de cavidades –más de noventa– excavadas en las paredes de los barrancos y la costa, utilizadas para enterrar a los muertos. Además, desde el siglo IV a.C. hasta el VI d.C fue importante lugar donde fondeaban los barcos de las potencias comerciales del Mediterráneo.
7 –Necrópolis de Cala Morell. A unos 12 kms al norte de Ciudadela. Este conjunto de 14 cuevas excavadas en un barranco es uno de los más espectaculares cementerios prehistóricos de la isla, en una cala de gran belleza, entre acantilados.
8–Navetas de Rafal Rubí. Cerca de Alaior, a unos 4 kms de Maó por un desvío desde la carretera Me-1. Dos tumbas parecidas a la des Tudons pero más pequeñas y la particularidad de estar muy próximas una de la otra. Dos tumbas colectivas con una losa perforada de acceso a la cámara interior.
9–Cornia Nou. Situado en Maó, se accede desde la carretera que conecta con el aeropuerto. Conserva dos talayots de diferente tipología: el menor presenta un corredor cubierto de losas que lo atraviesa diametralmente y está articulado con una muralla. Se cree que fue la entrada al poblado. El talayot grande, que supera los 10 metros de altura, conserva imponentes escaleras en la parte superior y, adosados a su base, se pueden apreciar espacios de manipulación de alimentos.
10–Poblado talayótico de Binissafullet. Por la carretera de Sant Lluís a Binissafúller. Pequeño poblado que destaca por la variedad de restos que conserva y los acebuches que lo envuelven. En medio del recinto resalta un talayot de planta circular y un recinto de taula restaurado en 1990.
Al margen de estos 10 monumentos, para complementar cualquier aproximación a la cultura talayótica es de obligada visita el Museo de Menorca, en el antiguo convento de Sant Francesc, en Maó, que alberga piezas prehistóricas halladas en las excavaciones arqueológicas; y también el Museo Municipal de Ciudadela, ubicado en el palacio Can Saura, con una exposición sobre la prehistoria de Menorca, con la particularidad que en su interior pueden verse los restos de una excavación de tumbas musulmanas aparecidas en la remodelación del edificio.
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