Se acabó el verano y quizá las vacaciones… pero no las escapadas viajeras. Otoño, sin la masificación turística estival, es ideal; y Mallorca, la ‘isla de la calma’, haciendo honor a su apelativo, es un destino perfecto que invita ser recorrido con sosiego. Pero tras las visitas, nada mejor que un lugar donde descansar, meditar mirando al Mediterráneo y mimar el cuerpo. Como Sallés Hotel Marina Portals, un 4* de carácter familiar para sentirse como en casa, con una completísima zona Spa de 700 m2 donde la salud y el bienestar están garantizados y suponen un auténtico regalo otoñal.
El sol acaricia con delicadeza la mayor de las Baleares, sin la intensidad estival. Y una suave brisa le lleva en bandeja de plata los aromas del Mediterráneo hasta impregnar todos los rincones de la isla. Es otoño, un excelente mes para visitar Mallorca sin sofocantes temperaturas ni vorágines turísticas. Es momento de descubrir por qué la llaman ‘la isla de la calma’. Porque los viajes no son exclusiva del trimestre veranigo. La recién estrenada estación de la melancolía es ideal para una oxigenante escapada, sin prisas ni agobios…
De Andraitx a Sóller, de Pollença a Manacor, pasear por pueblos con encanto supone un impagable placer. Como lo es descubrir por qué los paisajes de la Sierra de Tramuntana cautivaron a artistas y escritores como Chopin, Ruben Darío, George Sand o José Luis Borges. Y para disfrutarla con los cinco sentidos, un lugar donde descansar, meditar… y mimar el cuerpo tras una jornada de visitas: Sallés Hotel Marina Portals 4*; un hotel familiar para recordar.
Arropado por más de 5.000 m2 de zona ajardinada, sus 188 acogedoras habitaciones repartidas en seis tipologías, la mayoría con vistas al Mediterráneo, hacen que cada visitante encuentre su acomodo perfecto, desde parejas a matrimonios con hijos o grupos de amigos.
Un templo de relajación
Pero Marina Portals es mucho más; un lugar donde mimar el cuerpo y relajar la mente gracias a sus 700 m2 de zona Spa, gratuita para los clientes del hotel pero accesible también a cualquier otro visitante, previo pago de entrada, y con un horario muy flexible: de 10.00 a 21.00 horas, con una franja especial para los menores de 16 años, de 14:00 a 15:00 horas.
Este templo de la relajación hace que la estética y la belleza jueguen un papel importante para sentirse bien, por fuera y por dentro. Para ello dispone de un circuito termal de última generación, exclusivas terapias naturales, avanzados tratamientos y técnicas importadas de la milenaria tradición asiática.
Su piscina interior climatizada está equipada con cascadas y chorros de agua terapéuticos: lumbares, dorsales, abdominales, cervicales y de piernas, ideales para relajar la musculatura. El pediluvio, con chorros a presión y piedras, es perfecto para que los pies estimulen sus zonas reflejas. Y la sauna finlandesa y el baño a vapor permiten liberar toxinas mediante sudoración.
Mención especial merecen sus cuatro duchas de aceites esenciales: Tropical, que combina aromaterapia y cromoterapia; Secuencial, con chorros que van cambiando de temperatura para tonificar la musculatura; Nebulizante, cuya nube de vapor ayuda a mejor la respiración; y Aromática, cuyo fango termal limpia los poros, elimina el acné y disminuye los dolores articulares.
El Spa también dispone de banco de hidromasaje, varias camas acuáticas y un área de relax, en un espacio inundado de luz natural con tumbonas para completar la liberación de tensiones.
Tratamientos de belleza y bienestar
Quien se deje tentar y mimar por el Spa del Sallés Hotel Marina Portals descubrirá los beneficios de los cuidados que se organizan en torno a las tradiciones del hamam.
Entre su variada gama de tratamientos destacan dos. Por un lado, el Ritual Fleur d’Orient, cuya parte inicial es una exfoliación con jabón negro corporal al eucalipto, compuesto de aceite de oliva y rico en vitamina E, que prepara la piel para la regeneración de las células y expulsión de toxinas, dejándola suave y flexible. Seguidamente entra en acción el aceite de masaje corporal azahar enriquecido con aceite de argán, albaricoque, girasol y comino negro, de virtudes hidratantes. Un elixir que revela sobre la piel sus tesoros de belleza y suavidad.
Otra opción no menos tentadora es el Ritual de Té Matcha y los Cinco Elementos, relajante y equilibrador, a base de preparados japoneses. Este ritual fusiona las propiedades del milenario Té Matcha con la caligrafía japonesa (Shodò) y la teoría de los cinco elementos de la medicina tradicional china. Tras la degustación del té se ofrecen oler al cliente los cinco aromas pidiendo que elija uno. Con la tintura y mediante el pincel Kabuki se dibuja sobre la espalda el primer elemento elegido. Luego se procede a aplicar el aceite de masaje formando infinitos largos para pasar posteriormente al masaje con manipulaciones manuales.
Terminado cualquiera de estos tratamientos, el cuerpo ya está preparado para otra jornada activa pero tranquila, brujuleando por todos y cada uno de los rincones de Mallorca.