Esta festividad de orígenes paganos y cristianos vuelve a vestir las calles de la ciudad de alegría y altares en honor a la Santa Cruz
Plazas, calles y patios se llenan de luz y color para celebrar una tradición que inunda la ciudad de un ambiente mágico. Las Cruces de Mayo son el momento perfecto para conocer este rincón del sur en su máximo esplendor. Los vecinos decoran sus patios y calles con mobiliario antiguo, cerámica granadina, guitarras, mantones y flores, muchas flores. Si quieres disfrutar de esta experiencia, alójate en pleno centro, a un paso de todo, en los Hoteles Dauro.
Las primeras celebraciones de esta tradición datan del siglo XVII. En 1625, los vecinos de la localidad hicieron una Cruz de alabastro, en el barrio de San Lázaro, y festejaron en torno a ella cantando y bailando. Más tarde, se extendió a otros barrios como el Albaicín y el Realejo. Este fue el inicio de lo que hoy conocemos como las Cruces de Mayo.
Es por eso que, del 1 al 3 de mayo, los granadinos erigen pequeños altares decorados con mantones de manila, cerámica artesanal y plantas típicas de los patios como geranios y pilastras, además de objetos de cobre.
Las Cruces de Mayo tienen su origen en la antigua tradición cristiana de celebrar el, valga la redundancia, día de la Cruz, el 3 de mayo. Sin embargo, con el tiempo se ha convertido en una festividad popular que sirve de excusa perfecta para celebrar la primavera y el buen tiempo, y se ha combinado con elementos culturales y religiosos.
Durante estos días es habitual encontrar a pequeños y mayores paseando por la ciudad vestidos con trajes de flamenca y caballista. Además, los barrios de Granada compiten entre sí para elaborar las cruces más impresionantes y decorativas, para gusto y deleite de los visitantes.
La localidad se viste, pues, de color en una fiesta que se ha convertido en seña de identidad, para la que se organizan múltiples actividades como concursos de baile, música en vivo y degustaciones de comida típica de la región, lo que hace de las Cruces de Mayo una celebración llena de alegría y colorido.
Las calles del casco histórico de Granada se convierten en el epicentro de esta fiesta, por lo que para no perderte ni un solo detalle tienes que elegir descansar allí mismo. Y qué mejor que los Hoteles Dauro. Estos alojamientos cuentan con dos opciones que no te dejarán indiferente.
El Hotel Dauro Premier, muy cerquita del río Darro, que siempre regala un paseo primaveral fantástico, es una opción excelente. Cualquiera de sus 36 habitaciones es ideal para reponer fuerzas tras un largo día por la ciudad y están equipados, además, con todas las comodidades imaginables. Sin duda te harán sentir como en casa. Por si fuera poco, además del Darro, Dauro Premier pone a tus pies la ciudad entera, pues su ubicación permite llegar paseando a prácticamente todos los lugares de interés de la capital Nazarí, como el Albaicín, La Catedral o la mismísima Alhambra, a escasos 15 minutos de agradable caminata.
La otra opción es el Hotel Dauro Comfort 2. Hablamos de 52 habitaciones en un edificio centenario en pleno centro de la ciudad. Prácticamente, puedes oler las flores de las decenas de cruces dispuestas por las calles del centro. Hay diferentes estilos de habitaciones, adaptados a las necesidades de todo tipo de clientes. Lo que es común a todos ellos es su magnífica ubicación, ideal para todos aquellos que disfruten perdiéndose en las calles más icónicas y con más secretos de la capital Nazarí. Un día de cruces puede culminar con una noche de recogimiento y descanso en un hotel, de por sí agradable y silencioso.
Este año vive las Cruces de Mayo, con un viaje a Granada. Sumérgete en una tradición que llena sus calles y patios de luz, color y flores. Respira un ambiente diferente y descansa en pleno centro, en los Hoteles Dauro.
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