Un gran bosque de pinos, eucaliptus y tamarises recibe a los visitantes que se aventuran a recorrer isla Gorriti (Uruguay). Con tan solo 21 hectáreas de extensión, supone, sin embargo, un excelente paraíso donde refugiarse del sol y vivir recuerdos inolvidables entre familiares y amigos. Ubicada a 2.5 kilómetros de Punta del Este y accesible tan solo a través de embarcaciones, ahora ha renovado su cartelería para ofrecer una completa información que describe su historia, geografía, flora y fauna a través de un total de 31 paneles informativos.
Entre sus imperdibles destaca Playa Honda, con toda la infraestructura necesaria para pasar un perfecto día junto al mar. Además, Puerto Jardín sorprenderá, sin duda, a quien opte por acceder navegando, y acoge en su puerto natural a las embarcaciones que arriban para practicar deportes náuticos. Veleros y yates eligen el destino como alternativa del puerto de Punta del Este.
Además de sus atributos naturales, la isla es protagonista de grandes historias. En el pasado fue una antigua prisión, que también contaba con un cementerio denominado ‘de los ingleses’, y era también, por su ubicación estratégica, lugar frecuente de piratas. Por todo ello ha sido declarada Patrimonio Histórico Nacional.
La primera referencia escrita de la isla data de 1516, localizada en el diario de viaje de Juan Díaz de Solís. El primer nombre del lugar – de las Palmas – data de 1526 y refería a las Palmeras que ya no existen. Hacia 1771 comienza a llamarse con el nombre actual, debido al capitán de Montevideo, el español de origen vasco Francisco Gorriti, que estuvo preso en la isla durante un año como castigo por negarse a colaborar con una expedición militar contra charrúas y minuanes. El arresto fue tan famoso que se denominó a la isla con su nombre.
En la época de la dominación española, el enclave de la isla marcaba el acceso al Río de la Plata y constituía el primer centro de defensa del virreinato homónimo, de lo que hoy sobreviven vestigios de sus juegos de baterías de cañones.
Los pinos que hoy posee fueron plantados por Juan Gorlero, quien fuera el primer intendente de Maldonado, y datan de 1909, por orden del entonces presidente Claudio Williman.
La isla Gorriti fue utilizada desde un principio como lugar de enterramiento de los marinos que morían en altamar. Con la llegada a la zona de la Real Compañía Marítima -y, con ella, operarios de religión anglicana-, el lugar se oficializó como el cementerio para los no católicos, es decir, para aquellos que no podían ser sepultados en las necrópolis públicas (católicas hasta la fecha). Por un conflicto diplomático en 1892 con EE.UU., las tumbas fueron llevadas al cementerio de Maldonado.
En la actualidad la isla al completo ofrece un inigualable paseo a través de la historia, que además permite disfrutar de hermosos baños en el Río de la Plata y practicar todo tipo de deportes. El acceso debe realizarse en alguna de las embarcaciones que parten desde el puerto de Punta del Este cada 30 minutos, que brindan el servicio de traslado hasta la isla. El viaje del puerto hasta la Isla tarda unos 15 minutos.