El Jardín del Cid, el Paseo de la Condesa, el Parque de San Francisco y el Monte de San Isidro, son cuatro enclaves de la ciudad de León en los que disfrutar de la naturaleza en estado puro. Escenarios icónicos que representan la esencia leonesa, perfectos para para practicar deporte al aire libre o simplemente pasear una tarde de verano en compañía de tus seres queridos. Además de cultura, historia, arte y gastronomía, León también se pinta de color verde. La otra cara de esta ciudad, la más natural de todas, te espera este verano.
Más allá del León bimilenario y señorial, plagado de importantes monumentos históricos que nos transportan al pasado de esta cuidad y edificios que simbolizan la arquitectura del futuro, existe otra capital leonesa en la que el color verde es el protagonista. Y es que, la ciudad de León también es un pulmón donde la naturaleza y los espacios abiertos se convierten en el lugar perfecto para disfrutar de una tarde de verano.
Cerca del corazón de la ciudad se dispersan diversas zonas ecológicas y sostenibles, ideales para ponerse en forma haciendo ejercicio al aire libre, o simplemente para disfrutar de los entornos naturales que este destino privilegiado ofrece. Os presentamos un León auténtico que sintetiza en su conjunto, un paseo por la historia, la flora y la fauna de esta capital, en la que la luz es el hilo conductor de todas las experiencias. Nos vamos de ruta natural por León.
Primera parada: El Jardín del Cid. Ubicado en pleno Barrio Romántico, este rincón se inauguró en junio de 1972, convirtiéndose en un tapiz de vida sobre lo que fue, siglos atrás, un convento y posteriormente, cuartel para el Regimiento de Burgos. Se recuesta sobre algunos restos de la vetusta muralla, representando uno de los espacios naturales más hermosos de la ciudad.
A continuación, nuestro recorrido por los espacios verdes de León nos lleva hasta el Paseo de la Condesa, escenario idílico para disfrutar de la esencia leonesa en un lugar que forma parte de la identidad de este destino. La solemne estatua de Guzmán el Bueno marca el inicio de este bulevar verde, repleto de frondosos castaños y setos ornamentados, un trayecto de jardines que lleva hasta uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el hostal San Marcos, también conocido como el Parador de León.
En León se respira tranquilidad, un sentimiento único que nos invita a descubrir también el Parque de San Francisco. Unido a la historia de la ciudad desde su apertura oficial en 1864, este enclave leonés es un oasis de agua y vegetación, reconocido con la categoría de Monumento Permanente. En su interior, una fuente que representa al dios Neptuno, sorprende a los visitantes que buscan sumergirse en el León más auténtico.
Nuestra última parada por el lado más verde de la capital leonesa nos acerca hasta el Monte de San Isidro, un espacio de naturaleza en estado puro. Ubicado a escasos 3 km de la capital, este espacio es reconocido como un auténtico paraíso para los excursionistas por sus caminos pensados para practicar senderismo, sus diversas zonas de recreo y su abundante vegetación.
Entre cultura, historia y gastronomía, la esencia leonesa también se encuentra en el color verde de sus espacios naturales. Este verano, León se presenta como un destino para disfrutar del aire libre siempre en la mejor compañía. El León más verde te espera.