Entramos de lleno en las estaciones frías del año, momento en el cual evocan en nuestros pensamientos esas imágenes de guisos y pucheros que se quedaron atrás ya hace meses. En otoño comienzan a retornar los productos de esta época de lluvia y temperaturas bajas; es hora de volver a disfrutar de los aromas del fuego y del bosque, de los sabores de unas aguas que comienzan a estar más frías.
Arroz, carne, pescado o ensalada. El mediodía llama a la puerta, y el viaje al Mar Mediterráneo comienza en el Madrid Marriott Auditorium Hotel & Conference Center. En un espacio, entre azules y blancos, se encuentra el Restaurante Kalma que brinda a sus comensales una gastronomía actual, de calidad y mediterránea.
Situado frente al Greatroom, este salón, que nos envuelve en tranquilidad, es una alegoría a la Albufera valenciana conseguida a través de una decoración fresca y natural. La simulación de las estacas en todo el perímetro, el agua de los vidrios azules de las bodegas centrales y la luminosidad de los blancos de paredes y techos son símbolo de calidez y calidad.
En una apuesta por los sabores y las técnicas más punteras sin renunciar a los pilares de la dieta mediterránea, Madrid Marriott Auditorium renueva la oferta gastronómica de Kalma. Con una excelente calidad y un exquisito trato al cliente, el hotel propone una experiencia gastronómica repleta de matices, capaz de generar multitud de sensaciones.
“Nos adentramos en una nueva etapa con una carta dirigida a colmar el apetito ancestral del guiso con cocciones más controladas. Desechando los excesos de grasas, nos lanzamos a la búsqueda del sabor”. Así describe el Chef del Restaurante Kalma la nueva carta que se puede disfrutar ya en el Madrid Marriott Auditorium.
Javier Sáez-Bravo Martínez es un cocinero inquieto que se caracteriza por actualizar la cocina clásica manteniendo y cuidando el sabor del producto. “Tener un buen equipo es primordial para la consecución de una excelente cocina; siempre dispuestos a hacer de esta visita a nuestra casa una experiencia brillante, cálida y satisfactoria llena de buenos recuerdos y buena comida”.
Entre sus entrantes destacan platos tan sabrosos como Jamón Ibérico de bellota acompañado de pan de aceitunas y tomate rallado; Tatin de invierno con rebozuelos, orejones y nueces de macadamia; Salmón marinado en miso rojo sobre caldo de chipirón e hinojo fresco; Lengua de ternera estofada, castañas y fabes; Navajas, romesco, picadillo picante, gel de lima y jengibre; Canelón relleno de txangurro con salsa de carabineros; Pan frito relleno de rabo de toro y ciruelas pasas con salsa de moscatel; Pulpo con emulsión de pimentón y patata violeta; Ragout de setas de temporada con panceta a baja temperatura, sin olvidarnos de Ensalada de lentejas variadas, pato confitado, nabo daicon encurtido y gelatina de pomelo agri-dulce.
A continuación, el comensal podrá elegir entre una amplia variedad de arroces, pasta fresca o pescados, entre los que sobresalen propuestas tan apetecibles como Paella de pescados y mariscos; Arroz meloso con ternera y shiitake; Fideua melosa de almejas y gambas; Tagliatelle al huevo; Margherita al sabor dimare; Gartotellone verdi de ricota y espinaca; Paccheri; Rape con demi-glace y salteado de verduritas; Corvina en salsa de tomate, especias, limones encurtidos y cilantro fresco y Bacalao ahumado, salsa de manzana y jengibre y patatas al horno.
Si se opta por la carne, se podrá elegir entre Entrecote con patatas raté salteadas con ras san hanout y salteado de kale; Medallón de solomillo de ternera con cebolleta fresca, patatas a la mantequilla y teja de trufa negra; Carrilleras de cerdo ibérico estofadas con alcachofas; Lomo de corzo asado a las hierbas de monte bajo y salsa de vino dulce de Jerez y pasas.
Imposible olvidar el lado más dulce. Entre los postres cabe destacar la Tarta de merengue de pistacho y cremoso de chocolate negro; Babaroise de naranja, qunkuat, gel de limón y cumbre de cítricos; Panna cotta de frutos rojos con cremoso de chocolate y merengue y Mousse de melocotón, frambuesas y chocolate blanco.
La fusión entre lo tradicional y lo moderno conforma esta nueva carta y consolida al Madrid Marriott Auditorium como un referente gastronómico en la capital, demostrando, una vez más, que este establecimiento se ha convertido en más que un sitio de paso para el viajero, apostando por un modelo de hospedaje de calidad que busca generar experiencias inolvidables.