Vila Galé Ópera es un homenaje a la ópera y la música clásica que embelesa con sus 259 habitaciones y ese aura tan característica del segundo grupo hotelero de Portugal.
Levantarse una mañana tranquila y asomarse al balcón para contemplar el Río Tajo, sabiendo que a menos de 10 minutos está a nuestra disposición el centro de Lisboa, invita a tomarse el resto de la jornada con calma. Tal vez practicar deporte en la ribera del río, admirando las maravillosas vistas, para que al volver a Vila Galé Ópera, nos dejemos imbuir por esa magnífica atmósfera que brinda un establecimiento dedicado a la ópera y la música clásica, potenciado además por el excelso ‘clube saúde’, en el que dejar atrás cualquier preocupación. O quizás, terminar el día contemplando la luz del atardecer sobre el río, el mejor capricho que uno puede autorregalarse.
De la mente del reputado arquitecto portugués Manuel Salgado, y tras una serie de reformas puntuales, este hotel temático en Lisboa tiene una decoración inspirada en la ópera y la música clásica. Predominan claramente líneas modernas y muchas de sus habitaciones ofrecen vistas fantásticas sobre el río Tajo, una de las postales más célebres de la ciudad, atravesado por el Puente 25 de abril, el ‘Golden Gate portugués’.
Adentrarse en Vila Galé Ópera es vivir un homenaje al género lírico. En uno de sus salones se pueden admirar los grandes trajes que alguna vez vistieron algunas figuras icónicas del género, mientras se disfruta una vez a la semana de actuaciones en directo de la mano de grandes voces de tenores y sopranos, logrando conseguir un momento especial y sobrecogedor. Se trata de las ‘Noches de Ópera’, una cena íntima, con un menú exclusivo y sorprendente.
Desde luego el gastronómico no es un asunto que se deje al azar. En Vila Galé Ópera hay diferentes e interesantes opciones culinarias, además de las ‘Noches de Ópera’, como un suculento brunch para aquellos que les gusta tomarse su tiempo por la mañana. También se puede disfrutar de una ‘Feijoada à Brasileira’, los típicos frijoles negros con chorizo, farofa con tocino y col de Minas Gerais.
Cada detalle de Vila Galé Ópera es único y sorprendente. Las habitaciones, los espacios comunes, el restaurante o el bar. Todo está estrechamente ligado a la ópera. Es inevitable cerrar los ojos y no sentirse parte de las grandes obras del género, como La Traviata, Rigoletto, Aída o Nabucco.
Otro de los grandes atractivos de Vila Galé Ópera es su excelente ubicación. Al lado del Tajo y a escasos 5 minutos del Monasterio de los Jerónimos, a la Torre de Belém y al Monumento a los Descubrimientos. Tres de los imprescindibles que todo visitante debe conocer en su visita a la capital lusa. Ya de noche, nada mejor que pasear a pie por dos de las más famosas zonas de restaurantes y bares de la ciudad: las Docas y el Lx Factory. Pero es que además, la visita puede ir a mejor, ya que en las inmediaciones del hotel, está el tren, tranvía y autobús que acercan, en solo diez minutos, a la zona de Baixa-Chiado y al centro histórico de Lisboa.
¿Una postal para el recuerdo de Vila Galé Ópera? Más bien dos. La primera, una emocionante velada de ópera en el salón en un ambiente recogido e íntimo. La segunda postal… Un atardecer con vistas al río Tajo, sin hablar, sin móviles. Únicamente admirar el paisaje mientras el sol continúa su periplo hasta perderse por el horizonte…
Vila Galé Ópera es ese capricho que todo el mundo debería darse al menos una vez en la vida. Una estancia en la que las preocupaciones se abandonan en la puerta de entrada y solo importa llenar ese libro de recuerdos únicos hasta la última página, si es posible.
Más información: www.vilagale.com