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EL PARAÍSO MÁS SALVAJE LO TIENE LEÓN

La riqueza y biodiversidad del Alto Bernesga hace que fuera declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el 2005. Un lugar donde disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, la fauna y la flora que tanto caracterizan al norte de León y diversas rutas donde paso a paso, sentirse uno más de la historia de esta provincia. 33.442 hectáreas marcadas por el paso del río Bernesga que guardan un gran valor paisajístico en cada uno de sus rincones.

 Existen muchos rincones en la provincia de León que tienen ese ‘algo’ especial, una seña identitaria que los diferencia del resto ya sea por sus historias y leyendas, por su gastronomía o por el universo cultural que lo rodea. Sin embargo, existe un lugar más único y más salvaje que se describe con una única palabra: sublime. Que desprende grandeza por la monumentalidad de sus hectáreas, de belleza extrema que, en ocasiones, cuesta asimilar. Hablamos de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga.

La riqueza y biodiversidad del Alto Bernesga es excepcional debido a su ubicación biogeográfica entre la España mediterránea y la atlántica. Fue declarada por la UNESCO en 2005 y hoy en día representa uno de los espacios naturales más importantes de la provincia. El río Bernesga cruza sus 33.442 hectáreas ubicadas en la vertiente leonesa del macizo de la Cordillera Cantábrica, dando nombre a este entorno natural que invita al visitante a recorrerlo en cualquier época del año a golpe de zapatilla.

Naturaleza a raudales

Su zona núcleo -formada por cinco grandes áreas: Casomera, Chagos, Aralla-Cabornera, Valle del río Casares y Bernesga- contiene los espacios de gran valor ecológico, así como la fauna y la flora más característica. Es un espacio estrictamente protegido debido al gran valor que tiene su patrimonio natural. La zona restante contiene elementos destacados como el Faedo de Ciñera, premio 2008 al “Bosque mejor cuidado”, o los encinares del valle de Huergas y Llombera, catalogado como Punto de Interés Biológico.

Su belleza paisajística es uno sus principales atractivos, sorprendiendo al viajero con riscos calizos, canchales y pedrizas donde habita el rebeco y aves como el águila real y el halcón. En sus bosques de hayedos y abedulares se puede descubrir su fauna, especies como la perdiz pardilla, el lobo, el urogallo o el oso. Entre sus sabinares y bosques de galería, la palabra ‘perderse’ adquiere un significado más que romántico.

Paso a paso, quemando zapatilla

La Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga ofrece diversas rutas para descubrir su territorio de forma segura. Las rutas Cueto de San Mateo desde Santa Lucía (8 km y de duración 4h), la del Valle de Arbás (12,2 km), la ruta Cueto de San Mateo desde la Pola de Gordón (9 km y 5h de duración) y la del Faedo de Ciñera permiten sumergirse en pleno corazón de la naturaleza, tomando como punto de partida para el conocimiento del terreno, el Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, ubicado en Geras de Godón.

Entre las hojas de su historia

El Alto Bernesga es un territorio surcado por infinidad de caminos que durante siglos fueron utilizados por todo tipo de gentes, peregrinos, pastores, arrieros o nobles. La calzada romana de Clarisa es el paso de acceso a Asturias remontando la Cordillera Cantábrica. Su nombre fue dado por el cónsul romano Tito Carisio.

Otra ruta milenaria es el Camino a San Salvador, Camino histórico a Santiago, el cual parte de la Real Colegiata de San Isidoro, ubicada en la capital leonesa y llega hasta la catedral de Oviedo para visitar la capilla que recibe el mismo nombre. En su recorrido por el Alto Bernesga atraviesa paisajes de ensueño entre los que se guarda celosa la Colegiata de Arbás del Puerto, de estilo románico tardío y que servía de refugio a los peregrinos en su paso por plena cordillera Cantábrica.

Señas de identidad

La ganadería, la trashumancia y la minería son tres recursos que marcan el presente de esta Reserva de la Biosfera. Sus prados de diente de calidad han sido aprovechados de forma tradicional por la práctica de la trashumancia ovina. En este territorio, la minería ha sido un recurso económico de gran importancia desde época inmemorial y se pueden encontrar al menos dos explotaciones prerromanas y cierto número de minas que extraían cobre, níquel, cobalto y villamaninita. Por su parte, la gastronomía de su territorio se basa en la elaboración de guisos, asados y cocidos, con una clara influencia de la tradición pastoril en platos como las migas y la caldereta de cordero.

La Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga es, sin duda, un paraje donde la naturaleza de lo salvaje se refleja en cada uno de los rincones. El viaje aún no termina. Aún queda mucho León por descubrir.

5 RUTAS DE SENDERISMO POR LOS BOSQUES DE LEÓN

León, nunca mejor dicho, ¡se conoce paso a paso! Esta provincia te propone 5 rutas de senderismo para disfrutar del otoño en todo su esplendor: Los hayedos en Picos de Europa, el sabinar de Crémenes, el hayedo de Valporquero, los castaños de Las Médulas y el sabinar de Mirantes de Luna. La magia otoñal de sus bosques te invita a sumergirte en los parques nacionales, regionales y en los bosques más hermosos de este destino para descubrir un León diferente y un nuevo paisaje en cada esquina. Una nueva aventura repleta de tonos ocres y aromas a pura naturaleza.

La magia del otoño existe y no hace falta irse muy lejos para encontrarla. La provincia de León está repleta de bosques con duende, con ese ‘algo especial’ que lo inunda todo de colores ocre, dorado y aroma a naturaleza. Entornos privilegiados donde a cada paso, encuentras un paisaje diferente y te ofrecen espacios perfectos para practicar senderismo. El otoño en León se vive paso a paso.

Hayedos en Picos de Europa

Por su belleza natural, sus inconfundibles cumbres de roca caliza y el entorno privilegiado que guarda el interior de sus bosques, el Valle de Sajambre es espectáculo para los sentidos en la época otoñal. Está ubicado en el corazón del Parque Nacional de Picos de Europa y a su paso, regala auténticos tesoros de la naturaleza como los hayedos de Soto de Sajambre y Vegabaño. No hay truco en los colores, el arcoíris otoñal se encuentra en este rincón de la provincia de León y la mejor manera de descubrirlo es a través de sencillas rutas dispuestas a lo largo de este territorio.

Sabinar de Crémenes

Como si de un cuento de hadas se tratase, este entorno natural está compuesto de troncos retorcidos y agrietados de hoja perenne, siempre verde. Se ubica en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, en su vertiente sur y muy cerca del embalse de Riaño. Un bosque muy singular que bien podríamos denominarlo ‘reliquia’, ya que se trata de un reducto de los bosques que poblaban la Tierra en el Cuaternario. Este bosque de sabinas se encuentra situado entre las poblaciones de Las Salas y Crémenes, en una ladera caliza donde se pueden observar los ejemplares a la perfección a través de sus diversas rutas de senderismo.

Hayedo de Valporquero

Uno de los hayedos más conocidos de la provincia, muy próximo a la famosa Cueva de Valporquero, la segunda catedral más importante de León, siendo esta construida íntegramente por las manos de la naturaleza. Pasear por este hayedo nunca decepciona, un ejemplo perfecto de la belleza leonesa en otoño que se puede combinar a la perfección con una visita a las Hoces de Vegacervera. El paseo está completamente señalizado y adaptado para que todos los públicos puedan disfrutar de este entorno natural privilegiado.

Los castaños de Las Médulas

El yacimiento romano de Las Médulas esconde un tesoro más que, aun no tener relación con la extracción de oro, brilla por sí mismo gracias a su valor natural. Se trata de los castaños centenarios de Las Médulas, una ruta de senderismo donde cada árbol, tronco y cada castaño retorcido es una obra de arte en sí misma. Una belleza que se puede descubrir de una manera muy sencilla y para toda la familia, a través de la Senda de las Valiñas.

 

Sabinar de Mirantes de Luna

Nos transportamos al Parque Natural de Babia y Luna para conocer otro tesoro de la naturaleza que en otoño adquiere una esencia especial. Un viejo bosque de árboles retorcidos que fueron capaces de adaptarse al medio y echar raíces sobre la roca caliza. El acceso directo al Sabinar de Mirantes de Luna se puede hacer desde varios puntos a lo largo de la carretera que une las localidades de Mirantes y Miñera de Luna junto al embalse de los Barrios de Luna. También se puede obtener magníficas vistas de su conjunto desde varios miradores naturales habilitados junto a la presa. La belleza paisajística de esta zona es única.

El otoño en León es pura magia, belleza en cada rincón y mil y una opciones de senderismo. El calendario indica que es hora de poner en marcha la siguiente aventura y el destino está claro: la provincia de León.

Entre villas y viñedos: el turismo de naturaleza es único en la Ruta del Vino de Rioja Alavesa

Venir a Rioja Alavesa es disfrutar. El mar de viñedos que rodea a las villas medievales se convierte en el entorno perfecto para practicar deporte al aire libre. Encontramos variadas e interesantes rutas que recorrer a pie, en bicicleta o hasta en 4×4. Ya sea perdiéndose en su territorio o recorriendo la Ruta del Vino y el Pescado, o el Camino Natural del Ebro, los visitantes podrán vivir sensaciones únicas. Además, también encontramos 18 rutas senderistas, junto a parte del Camino de Santiago y el Camino Ignaciano que nos permiten conocer cada detalle de Rioja Alavesa.

La Ruta del Vino de Rioja Alavesa es ese lugar del mundo donde todo es posible: su paisaje único se convierte en un marco ideal para practicar el turismo de naturaleza. Desde recorridos a pie y en bicicleta entre viñedos, hasta rutas en 4×4, actividades de piragüismo, kayak o stand up paddle -todas ellas en el Ebro-, marchas montañeras y todo aquello que el visitante pueda soñar. El amplio trazado de caminos y senderos que se extienden a lo largo y ancho de sus 316 kilómetros cuadrados son los mejores aliados para descubrir sus recursos naturales.

Desde las tierras de viñedos en Oyón hasta el puerto de Bermeo, el GR-38 atraviesa Euskadi de sur a norte atravesando cautivadores paisajes en una senda histórica conocida como la Ruta del Vino y el Pescado, en la que antaño se intercambiaban los productos de interior con los pueblos de costa. En su parte alavesa es posible disfrutar del contraste de paisajes, que van desde los robledales a las zonas boscosas y hayedos, las lagunas salobres de Carravalseca y Carralogroño y zonas de carboneras donde aún es posible observar cómo se producía el carbón.

El GR-99 o Camino Natural del Ebro, un largo sendero con más de 1.200 kilómetros que discurre desde el nacimiento hasta la desembocadura del río Ebro, cuenta con varias etapas que recorren Rioja Alavesa. En ellas se puede percibir el impresionante legado artístico que el asentamiento del hombre ha dejado en las localidades ribereñas, así como apreciar las diferencias y particularidades del paisaje y el propio camino.

Otras dos importantes referencias, que tienen en su origen movimientos de personas motivadas por sus creencias religiosas, son el Camino de Santiago, una variante que utilizaron peregrinos procedentes de Europa así como oriundos de la comarca, y el Camino Ignaciano. Este último recrea el trayecto que el caballero Ignacio de Loyola recorrió en 1522 desde Loyola hasta la ciudad de Manresa, un trayecto que cada vez más peregrinos transitan hoy con el fin de seguir su proceso espiritual.

Todas estas rutas, además de otras propias de la comarca, integran un el catálogo de rutas senderistas que incluye un total de 18 senderos para conocer Rioja Alavesa de una forma diferente. Las rutas de Samaniego, Leza, Navaridas y el Yacimiento Alto Castejón, el recorrido que conecta Navaridas, Elciego, Laguadia, Páganos y Leza, la Ruta del Dolmen en Villabuena de Álava, la Senda Verde de Bercijana en Yécora, la Ruta Verde Cultural, la ruta del Pinar de Dueñas, el complejo lagunar de Laguardia, la ruta Entre Viñas, la Ruta del Ebro por Labastida y el recorrido de la Ermita de San Ginés, en Labastida, son algunas de las más destacadas.

Puedes consultar todas las rutas senderistas aquí.

Para más información, rutadelvinoderiojaalavesa.com

EN EL ARTE SACRO HAY UN LEÓN DIFERENTE

León te abre las páginas de su historia para que descubras, como un leonés más, la esencia de sus tierras. Esta provincia te invita a conocer su pasado a través de una ruta por cinco de sus monasterios: el Monasterio de Santa María de Gradefes, San Pedro de Eslonza, San Miguel de Escalada, el Monasterio de Sandoval y el Museo de los Pueblos Leoneses, ubicado dentro del antiguo Monasterio de San Agustín. Arte, cultura, patrimonio y vestigios de un pasado que ha convertido a León en el referente en turismo cultural que es hoy en día. ¿Nos vamos de escapada?

Cada camino de León es un viaje único, una vía que te conecta con la esencia de esta provincia y te invita a formar parte de ese sentimiento leonés que tanto caracteriza a sus gentes. Porque León es naturaleza viva, arte en todo su esplendor y por supuesto, historia en cada piedra que encuentras en tu viaje. Una historia que hoy toma una forma concreta. Entre sotas, claustros y campanarios, conocemos León a través de una ruta por 5 de sus monasterios.

A orillas diestras del río Esla se levanta el Monasterio de Santa María de Gradefes. Situado en la región que lleva su nombre, fue fundado en 1168 acogiendo la primera comunidad de monjas cistercienses provenientes del monasterio navarro de Tulebras. Su cabecera de estilo románico de transición, el crucero y el coro, son tres de los elementos más destacados de esta edificación. En un entorno envidiable como son los paisajes naturales leoneses, este monasterio se convierte en un punto de partida perfecto para conocer el pasado de este destino.

Por su parte, el Monasterio de San Pedro de Eslonza también está incluido dentro de la Ruta de los Monasterios del Municipio de Gradefes. Fundado en el Siglo X, tuvo vida hasta 1835. Doña Urraca de Zamora lo restauró en 1099, dándole su antiguo esplendor. Disfruta de una nueva restauración en el siglo XVI de cuya época data su portada, la cual se conserva íntegra en la Iglesia de San Pedro de Renueva en León.

El Monasterio de San Miguel de Escalada constituye una de las mejores obras del arte mozárabe a nivel nacional. Su iglesia fue fundada a finales del siglo IX por monjes cristianos cordobeses que se asentaron sobre los restos de una iglesia visigoda anterior. Desde fuera, a primera vista, ya se corrobora la belleza que el viajero se va a encontrar en el interior. Su pórtico consta de doce arcos de herradura, una estampa inédita digna de fotografía de esta obra arquitectónica.

Situado en pleno Camino de Santiago se encuentra el Monasterio de Sandoval, emblema peregrino, puesto que en su día tuvo un centro de atención para los caminantes ubicado en su albergue. Son de gran belleza sus arquerías montadas sobre pilares compuestos y capiteles representando castillos, como en Gradefes. Destaca la portada de entrada a la iglesia, con la representación del Crucificado y dos figuras orantes en el ático: San Bernardo y Santa María ante el Cristo Crucificado.

La última parada en nuestra ruta es el Museo de los Pueblos Leoneses, ubicado dentro del antiguo Monasterio de San Agustín. El museo cuenta con una colección que supera las 8.000 piezas relacionadas con la etnografía leonesa, como una magnífica representación de aperos o herramientas para trabajar el campo, objetos relacionados con el transporte, artesanías y oficios que muestran piezas de incalculable valor antropológico. Un broche de oro perfecto para convertirse en todo un experto de la historia y la cultura leonesas.

León es una provincia moderna, pero a su vez, se enorgullece de sus raíces y preserva los vestigios que le han convertido en el destino de primer nivel que es hoy en día. Un viaje en el tiempo que se complementa, por supuesto, con una visita a su capital, una ciudad con esencia romana donde descubrir este verano la autenticidad de esta provincia.

León entre torreones y castillos

La provincia de León es un destino rico en naturaleza, arte, patrimonio y pueblos con encanto. Sin embargo, hay otra forma de descubrir León disfrutando de su historia, y es a través de sus castillos. El Castillo de Sarracín, el de Villafranca del Bierzo, el de Corullón, Cornatel, el Castillo de los Templarios de Ponferrada o la muralla romana de Astorga, son algunos de los enclaves que ofrece esta provincia para descubrir su esencia a través de impresionantes edificaciones medievales. ¡Alto a la caballería! Lanza y escudo en mano León te espera entre torreones y castillos.

Murallas erguidas, firmes ante el paso del tiempo, años de historia que se sienten en sus piedras y altas almenas que aún evocan, a día de hoy, el recuerdo del pasado más fiero de esta provincia. Entre las tierras se escucha el cantar de la caballería, el paso firme de las armaduras y el ondear de las banderas. León también se descubre a través de sus castillos.

Lanza en una mano y en la otra, el escudo del león, descubrimos la esencia medieval de este destino. ¿Primera parada? El Castillo de Sarracín. Situado en la Vega de Valcarce, su construcción original data del siglo X. Dos torres cuadradas presiden el acceso a este monumental edificio que invita a sumergirse de lleno en el medievo leonés. Lo mismo ocurre con el Castillo-Palacio de Villafranca del Bierzo de principios del siglo XVI. En su frontal, una puerta en arco con las armas de los Toledo, nos invita a recorrer su multitud de estancias palaciegas que circunvalan un hermoso patio central interior.

Un torreón del siglo XV se levanta entre la naturaleza leonesa. Se trata del Castillo de Corullón, una edificación en cuya puerta se encuentran los escudos de los Osorio y los Valcarce. Por su parte, el Castillo de Cornatel cuenta con una estampa de leyenda al estar situado en lo alto de un precipicio en la localidad de Villavieja (Priaranza del Bierzo). El acceso principal se encuentra situado entre los muros y el rocoso precipicio. Sin duda, un enclave inolvidable. ¿Te imaginas caminando entre la historia? La provincia de León te invita a vivir unas vacaciones en la máquina del tiempo.

Rodeado por un foso y en Ponferrada, el Castillo de los Templarios es una de las edificaciones más imponentes de la provincia. El río Sil le sirvió de defensa natural y para acceder a su interior hay que atravesar un puente fijo de piedra, que sustituye al antiguo levadizo. Sirvió para la defensa del Camino de Santiago, por lo que el Castillo suele atribuirse a los Templarios, que estuvieron en Ponferrada hasta 1312.

Por su parte, Somoza guarda una pequeña joya, la torre de Lagunas de Somoza. El señor de Lagunas de Somoza levantó esta mansión torreada para afirmar su señorío y a día de hoy, representa una visita perfecta para conocer la historia leonesa. De la misma manera que la muralla romana de Astorga, que guardan celosas la belleza artística y arquitectónica del Palacio de Gaudí.

Muy cerca de Astorga tenemos otros 3 enclaves amurallados que se han convertido en visita ineludible en esta ruta por los castillos de León. El Torreón de los Osorios, ubicado en Turienzo de los Caballeros, formó parte del enorme Castillo de Turgentius, del cual solo queda en pie la Torre del homenaje. Una de sus funciones fue proteger a los peregrinos camino de Compostela. Fue declarado Monumento Nacional figura incluido en el Inventario General del Patrimonio Histórico Artístico de la provincia de León. Continuamos con el Castillo de los Bazán, una fortaleza situada en Palacios de Valduerna. Esta fue morada de los primeros Vizcondes de Palacios en el momento de mayor esplendor del señorío de los Bazán. Por último, en este triángulo arquitectónico nos encontramos con Torre de Fresno de la Valduerna. Se trata de una torre romana del siglo II y se considera que en el siglo XVI fue usada como edificio religioso.

Historia, arte, patrimonio, arquitectura… En cada época del año, la provincia de León ofrece una cara diferente. Solo tienes que venir a descubrirlo.

La ciudad de León, más verde que nunca

El Jardín del Cid, el Paseo de la Condesa, el Parque de San Francisco y el Monte de San Isidro, son cuatro enclaves de la ciudad de León en los que disfrutar de la naturaleza en estado puro. Escenarios icónicos que representan la esencia leonesa, perfectos para para practicar deporte al aire libre o simplemente pasear una tarde de verano en compañía de tus seres queridos. Además de cultura, historia, arte y gastronomía, León también se pinta de color verde. La otra cara de esta ciudad, la más natural de todas, te espera este verano.

Más allá del León bimilenario y señorial, plagado de importantes monumentos históricos que nos transportan al pasado de esta cuidad y edificios que simbolizan la arquitectura del futuro, existe otra capital leonesa en la que el color verde es el protagonista. Y es que, la ciudad de León también es un pulmón donde la naturaleza y los espacios abiertos se convierten en el lugar perfecto para disfrutar de una tarde de verano.

Cerca del corazón de la ciudad se dispersan diversas zonas ecológicas y sostenibles, ideales para ponerse en forma haciendo ejercicio al aire libre, o simplemente para disfrutar de los entornos naturales que este destino privilegiado ofrece. Os presentamos un León auténtico que sintetiza en su conjunto, un paseo por la historia, la flora y la fauna de esta capital, en la que la luz es el hilo conductor de todas las experiencias. Nos vamos de ruta natural por León.

Primera parada: El Jardín del Cid. Ubicado en pleno Barrio Romántico, este rincón se inauguró en junio de 1972, convirtiéndose en un tapiz de vida sobre lo que fue, siglos atrás, un convento y posteriormente, cuartel para el Regimiento de Burgos. Se recuesta sobre algunos restos de la vetusta muralla, representando uno de los espacios naturales más hermosos de la ciudad.

A continuación, nuestro recorrido por los espacios verdes de León nos lleva hasta el Paseo de la Condesa, escenario idílico para disfrutar de la esencia leonesa en un lugar que forma parte de la identidad de este destino. La solemne estatua de Guzmán el Bueno marca el inicio de este bulevar verde, repleto de frondosos castaños y setos ornamentados, un trayecto de jardines que lleva hasta uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el hostal San Marcos, también conocido como el Parador de León.

En León se respira tranquilidad, un sentimiento único que nos invita a descubrir también el Parque de San Francisco. Unido a la historia de la ciudad desde su apertura oficial en 1864, este enclave leonés es un oasis de agua y vegetación, reconocido con la categoría de Monumento Permanente. En su interior, una fuente que representa al dios Neptuno, sorprende a los visitantes que buscan sumergirse en el León más auténtico.

Nuestra última parada por el lado más verde de la capital leonesa nos acerca hasta el Monte de San Isidro, un espacio de naturaleza en estado puro. Ubicado a escasos 3 km de la capital, este espacio es reconocido como un auténtico paraíso para los excursionistas por sus caminos pensados para practicar senderismo, sus diversas zonas de recreo y su abundante vegetación.

Entre cultura, historia y gastronomía, la esencia leonesa también se encuentra en el color verde de sus espacios naturales. Este verano, León se presenta como un destino para disfrutar del aire libre siempre en la mejor compañía. El León más verde te espera.