La ciudad de León tiene una luz especial que la hace única y la convierte en un destino para disfrutar en cualquier época del año. Esa luz que crea una ruta por algunos de sus enclaves más famosos como la catedral y su magnífica colección de vidrieras, un paseo por la ribera del río Bernesga, una visita al MUSAC o un alto en el Camino de Santiago Francés para disfrutar de las muchísimas experiencias que ofrece esta ciudad.
Si hay algo especial que define a la ciudad de León, es la luz, una luz que nos hace ver la belleza tan única que tiene esta ciudad, sus tonos, la riqueza de su patrimonio y la esencia de sus gentes. Porque si hay algo diferente en León, algo único y que no se siente en otro lugar, es su luz. Y es que, a través de sus reflejos, se puede descubrir en cada época del año, una capital diferente.
Primera parada, la Pulchra Leonina, su catedral. De estilo gótico, es una de las más imponentes que existen en el mundo y no solo por su monumentalidad y belleza, si no también, por la característica luz que entra a través de sus vidrieras. Posee 3 grandes rosetones, 31 ventanales altos y 37 bajos. Todo ello suma un total de 373 vidrieras que crean un sinfín de formas y colores al amanecer y al anochecer en la ciudad. Una atmósfera de luz y color única.
León abre sus puertas a todos los visitantes e invita a disfrutar de un paseo entre naturaleza en plena ciudad, recorriendo la ribera del río Bernesga, donde la luz adquiere un tono especial. Caminando por su paseo se puede disfrutar del paisaje urbano de León sin dejar a un lado la faceta natural que tanto caracteriza a esta provincia. A su paso, el visitante se encuentra con enclaves imprescindibles como la Plaza de Guzmán el Bueno, el característico Puente de los Leones o el Convento de San Marcos, que hoy en día es un Parador que lleva el mismo nombre.
A pocos metros del río Bernesga y siguiendo la estela de luz -esta vez de colores- que nos ofrece esta ciudad, se encuentra el MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León). Inaugurado en 2005, es uno de los referentes artísticos mundiales. Este centro alberga exposiciones temporales y permanentes relacionadas con el arte moderno. Su característica fachada repleta de rectángulos de colores le convierte en un rincón único de visita obligada en la capital leonesa.
Sin embargo, hay una luz especial que recorre la ciudad de León y la ilumina en su camino hasta Santiago de Compostela. En un alto en el Camino Francés, la capital leonesa le ofrece al peregrino múltiples experiencias disfrutando de la cultura, el arte y la gastronomía, antes de continuar su trayecto. Un enclave indispensable, la Basílica de San Isidoro, obra de estilo románico en cuyo museo se encuentra el Cáliz de Doña Urraca, también conocido como el Santo Grial.
León es un destino único en todos los aspectos, donde la luz se convierte en el hilo conductor de toda la ciudad. León se ilumina haciendo vivir las mejores experiencias.