Uruguay muestra sus rutas verdes más destacadas para apasionados y aficionados de la naturaleza en estado puro
Desde la Quebrada de los Cuervos, pasando por Cabo Polonio y Laguna Garzón, hasta llegar al Parque Nacional San Miguel. Es éste un recorrido único a través de la naturaleza de Uruguay que forma parte del Sistema de Áreas Protegidas.
Una manera diferente de disfrutar del turismo ornitológico, de una reserva mundial de biosfera para la Unesco y de parques naturales excepcionales.
Los departamentos de Maldonado y Rocha suelen reconocerse a nivel internacional por sus hermosas playas sobre el océano Atlántico. A lo largo de más de 220 kilómetros de costa, las hay desde las más activas y glamurosas en la ciudad de Punta del Este, hasta las más tranquilas cerca de la frontera con Brasil. Sin embargo, lo que muchos no saben, es que a unos pocos kilómetros de distancia, Uruguay también esconde seis entornos verdes de gran singularidad, que forman parte del Sistema Natural de Áreas Protegidas y que tienen el poder de sorprender al visitante.
Quebrada de los Cuervos, un viaje subtropical
La Quebrada de los Cuervos puede describirse como un ‘paraíso escondido’ por tratarse de una enorme garganta abierta a través del tiempo por el arroyo Yerbal Chico, en medio de una de las serranías más exuberantes que tiene Uruguay. Se trata de un Área Protegida, que se encuentra a 250 kilómetros de Punta del Este. Forma parte del grupo de desfiladeros asociados a las sierras del Este que actúan como corredor entre los diferentes ambientes serranos del sur de Uruguay (departamento de Maldonado) y los bosques subtropicales de Río Grande do Sul (Brasil). Así, la Quebrada de los Cuervos presenta un microclima particular y una vegetación exuberante, donde conviven una gran diversidad de árboles, arbustos y helechos.
La quebrada debe su nombre a la abundante presencia de buitres de cabeza roja y negra a los que erróneamente se les nombra como cuervos.
Cabo Polonio: Enormes dunas para admirar
El Parque Nacional Cabo Polonio es un gran encantador de espíritus bohemios por conservar características típicas del paisaje de la costa atlántica uruguaya. No hay luz eléctrica ni agua corriente. No hay calles sino senderos irregulares que vinculan las casitas pequeñas y rudimentarias. El acceso se realiza en vehículos todoterreno acondicionados para no dañar el paisaje natural. A nivel de vista destacan dunas gigantescas, playas arenosas, puntas rocosas, bosque nativo costero y pequeñas islas repletas de lobos marinos que forman parte de los encantos del lugar.
En Cabo Polonio, se avistan infinidad de especie de interés para los ecoturistas como la ballena franca Austral, la tortuga verde o el sapito Darwin. En sus islas se localiza casi la mitad de las poblaciones de lobo marino fino y león marino de Uruguay.
Laguna Garzón: armonía entre naturaleza y arquitectura
La Laguna Garzón se ubica en el límite entre los departamentos de Maldonado y Rocha e integra un extenso sistema de lagunas de la costa atlántica del Cono Sur. Ésta se comunica con el océano Atlántico por una barra de arena que se abre periódicamente de forma natural o artificial por acción humana. Este proceso favorece la productividad biológica. El entorno es el hogar de múltiples especies de aves residentes, migratorias, así como de peces y moluscos.
Calma y silencio es lo que se siente al llegar. En verano, sobre el horizonte se divisa la silueta de deportistas que practican kitesurf, windsurf o stand up paddle sobre el lago; pero lo que más destaca es su original puente, auténtica fusión entre arquitectura y belleza natural. El innovador puente, con forma de anillo, fue diseñado para favorecer la circulación lenta de los automóviles y de esta manera, proteger el entorno natural.
Laguna de Rocha: paraíso de aves
En el entorno de la Laguna de Rocha pueden avistarse más de 220 especies de aves y por eso resulta un destino obligatorio para los amantes del turismo ornitológico. Flamencos, cisnes de cuello negro, gaviotas y ganzos blancos son algunas de las más habituales pero la variedad es realmente sorprendente. A su vez, la relevancia de ese entorno natural, radica en que es reconocida como Reserva Mundial de Biosfera para la Unesco e integra el listado de humedales de relevancia internacional que elabora la Convención Ramsar. En torno a la Laguna vive una comunidad de pescadores artesanales que ofrece a los visitantes delicias gastronómicas a base de camarón o peces como el lenguado o la corvina negra a las que es imposible resistirse.
Cerro Verde e Islas de la Coronilla
Uno de los destinos más inexplorados de la región es el Cerro Verde y las Islas de la Coronilla, muy próximo al Parque Nacional Santa Teresa. El lugar es un paraíso para ecoturistas que llegan en busca de tortugas, ballenas, leones marinos y una gran variedad de aves costeras, en su mayoría especies amenazadas o en peligro de extinción.
Parque Nacional San Miguel
Con una superficie de 1.500 hectáreas, limitando al este con el arroyo San Miguel, el Parque Nacional se encuentra en una zona donde predominan las llanuras bajas y sitios más altos de sierras rocosas. Así, recorrer los cerros Vigía (152 metros sobre el nivel del mar) y el cerro Picudo, que se eleva 100 metros en una zona de vasta llanura, es uno de los mayores atractivos de este lugar. A su vez, dentro del área protegida se encuentra el Fuerte de San Miguel, un antiguo edificio colonial, en excelente estado de conservación que nos habla de los tiempos en que estas tierras eran disputadas por portugueses y españoles.